La inversión productiva extranjera en España alcanzó 23.476 millones de euros brutos en 2016, lo que supone un 1,2 % menos respecto a los 23.766 millones de 2015, de acuerdo con los datos publicados hoy por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.

Para Economía este dato supone consolidar la tendencia de recuperación iniciada en 2013, en medio de un débil contexto internacional con caídas generalizadas en los flujos de inversión, y teniendo en cuenta que en 2015 se registraron operaciones singulares que elevaron la inversión sustancialmente.

En términos netos (restando desinversiones), 2016 cerró con un saldo de 17.535 millones de euros de inversión productiva, un 2,1 % menos respecto a los 17.904 millones de 2015.

La inversión directa extranjera total, que incluye las entidades de tenencia de valores extranjeros (ETVE) que son financieras y no generan efectos económicos reales significativos, alcanzó 33.096 millones de euros brutos, un 30,8 % más que en 2015, y 25.739 millones netos, el 33,5 % más.

Las inversiones para constitución o ampliación del capital de empresas existentes representaron el 48,8 % de la inversión bruta, mientras que el 51,2 % restante corresponde a adquisición de participaciones ya existentes en sociedades o empresas.

En las inversiones productivas, los principales países de origen fueron Estados Unidos con 4.968 millones de euros (21,2 % del volumen total y un incremento del 126 %), seguido de Luxemburgo con 2.474 millones (10,5 % del total), Países Bajos con 2.231 millones (9,5 % del total) y Alemania con 2.211 millones (9,4 % del total).

Los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) acapararon el 85 % de las inversiones, con un aumento del 4,5 %, en tanto que las procedentes de la UE (50 % de los flujos) descendieron un 21 %. Los fondos de Latinoamérica, que representan el 10 % del total, aumentaron un 14 %.

Los principales sectores de destino de la inversión productiva extranjera fueron suministro de energía eléctrica y gas, con el 17,3 % del total (4.071 millones) y un aumento del 10,1 % sobre 2015; seguido de actividades inmobiliarias, con el 13,7 % del total (3.223 millones) y un 11,2 % de incremento; y servicios financieros, con el 7,8 % del total (1.823 millones) y un crecimiento del 242 %.

Por detrás se sitúan actividades auxiliares a los servicios financieros e ingeniería civil y construcción de edificios, una actividad que en 2015 ocupaba el primer lugar de la clasificación, con 4.551 millones.

Igual que en años anteriores, la mayoría de la inversión productiva total se concentró en la Comunidad de Madrid, con 10.970 millones (46,7 % del total y un aumento del 6,3 %) y Cataluña, con 4.857 millones (20,7 % del total y un descenso del 1,3 %).

En lo que respecta a la inversión española directa total en el extranjero, en 2016 ascendió a 33.767 millones de euros en términos brutos, el 23 % menos que un año antes, y 28.707 millones netos, un 1,2 % menos, unos descensos que Economía achaca al efecto estadístico provocado por operaciones puntuales y extraordinarias contabilizadas en 2015.

La inversión productiva (descontadas ETVE) alcanzó los 23.448 millones brutos (43,2 % menos) y 19.733 millones netos (29,2 % menos). El destino principal de la inversión productiva española fue Reino Unido, con el 37 % del total (8.601 millones) y un aumento del 126 %, seguido de Estados Unidos, con el 10 % del total (2.315 millones) y una caída del 80 %.

En general, en 2016 aumentó la inversión española dirigida a la UE y disminuyó hacia otras zonas geográficas, como Latinoamérica y los países de la OCDE. Los principales sectores a los que se dirigieron las inversiones españolas en el extranjero en 2016 fueron comercio al por mayor e intermediación de comercio, servicios financieros, fabricación de otros productos minerales no metálicos, construcción de edificios y actividades inmobiliarias.