El fin de semana del 13 de mayo de 1989 se celebró en A Toxa una reunión del grupo Bilderberg que convirtió la isla en un auténtico "fuerte" debido a las medidas de seguridad.

El ya de aquella veterano banquero David Rockefeller fue uno de los protagonistas de aquel encuentro que congregó en Galicia al ex-secretario de Estado de los Estados Unidos Henry Kissinger, al ex-secretario general de la OTAN Lord Carrington, y a los Reyes de España junto a la monarca de Holanda, así como a diversos mandatarios de la época, incluido el presidente español Felipe González.

En los "ratos de ocio" de aquella "cumbre" internacional, los miembros de Bilderberg se dedicaron a practicar golf o tenis, algunos al footing y otros tantos optaron por una gira turística por Compostela. Rockefeller optó por el golf, mientras que su hijo David Rockefeller Jr. eligió contemplar la Catedral. "Yo no he ido porque ya la conozco por anteriores viajes", afirmó el filántropo a FARO en aquel momento.

Rockefeller también aseguró desde los hoyos de A Toxa que se encontraba "muy bien". Guillermo, el joven gallego que fue su caddie aquel día, se quedó sin conocer cómo serían las propinas del afamado banquero porque, según contó este periódico, éste le confesó que no tenía moneda española y no portaba "suelto".