El superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios de Colombia, José Miguel Mendoza, ha anunciado este martes el inicio de un proceso venta por liquidación de la filial de Gas Natural Fenosa en el país, Electricaribe, intervenida a finales del año pasado por las autoridades locales. "Las conclusiones de los estudios de la Superintendencia permiten afirmar que la compañía no está en condiciones de prestar un servicio de energía con la calidad y la continuidad debidas, y de ahí que sea necesario ordenar la liquidación de Electricaribe", aseguró Mendoza durante una rueda de prensa convocada para realizar el anuncio.

El superintendente aseguró que la filial se venderá a un nuevo operador capaz de asumir las nuevas inversiones y que Gas Natural Fenosa solo obtendrá ingresos con la operación una vez se hayan completado los pagos a los distintos acreedores conforme al orden de prelación establecido por ley. "Si tras pagar a la masa acreedora quedaran recursos adicionales, se entregaría a los accionistas actuales, a Gas Natural Fenosa", afirmó el presidente del organismo, antes de destacar que la operación "no costará un solo peso a los colombianos".

Al ser preguntado acerca de la posibilidad de que la compañía española acuda a los tribunales internacionales para denunciar la medida, Mendoza aseguró que "todas las decisiones son susceptibles de ser demandadas, pero la amenaza de una demanda nacional o internacionales no puede hacer que esta Superintendencia se abstenga de adherirse a los estándares legales cuanto se trata de una empresa en quiebra".

Mendoza también aseguró que el proceso de liquidación comenzará "inmediatamente", será "absolutamente público" y tendrá una duración cercana a un año. El objetivo será "encontrar un operador que asuma la prestación del servicio de energía en la costa caribeña" y que asuma las inversiones necesarias para acabar con el "avanzado deterioro" de las redes en la zona.

Para acometer el proceso, las autoridades colombianas habilitarán un "cuarto de datos" y un proceso de 'due diligence', de cara a la celebración de una subasta "pública y competitiva" para escoger al nuevo operador. Mientras tanto, Electricaribe seguirá siendo administrada por un agente especial de la Superintendencia.

Las autoridades intentarán vender la filial "al mayor precio, para beneficio de los usuarios y de los acreedores internos y externos" de la empresa, aseguró Mendoza, quien negó "intereses políticos u ocultos" en el proceso, que responde a motivaciones "absolutamente técnicas".