La industria gallega de automoción elevó un 1,6% sus ventas en 2016, hasta los 8.320 millones de euros, en un año en el que se crearon 750 empleos netos, según anunció esta mañana el presidente del Clúster de Empresas de Automoción de Galicia (Ceaga). Luciano Martínez Covelo y el director del polo industrial ibérico y del centro de Vigo del Grupo PSA, Frédéric Puech, presentaron el balance del sector correspondiente al pasado ejercicio, que destacó sobre todo por el incremento de las inversiones por parte de las empresas para prepararse para los nuevos lanzamientos de PSA-Vigo (los proyectos K9 y V20) y en su modernización. Puech aseguró que los retos de esta industria son la "excelencia operacional" para reforzar la competitividad del sector.

El motor, que representa el 14% del PIB y el 29% de las exportaciones de Galicia, volvió a cerrar 2016 en niveles precrisis de ventas y con un volumen de empleo neto similar al que había en 2009: 19.850 trabajadores directos y 45.100 entre directos e indirectos, según precisó Martínez Covelo. El sector, pese a la tendencia de automatización de la industria y la presión del norte luso, logró crear empleo por segundo año consecutivo -aunque no en la empresa tractora del clúster: PSA Vigo- y acumula un saldo positivo de casi 2.000 puestos en los últimos dos años. Tanto el presidente de Ceaga como Puech resaltaron los 100 millones de euros que el sector gastó en innovación y desarrollo, frente a los 66 de un año antes.

Los nuevos lanzamientos de PSA-Vigo (K9 y V20) y del resto de fabricantes instalados en la Península y la adaptación a la fábrica 4.0 dispararon las inversiones del sector, hasta los 237 millones de euros (400 millones en el último bienio). También destacó el crecimiento de las exportaciones del sector, hasta los 5.740 millones de euros (el 69% de la facturación), de los cuales 1.160 millones corresponden a los fabricantes de equipos y componentes, que elevaron sus ventas al exterior un 5,1%. En la actualidad, el conjunto del sector distribuye su cartera de clientes a partes iguales entre PSA-Vigo, el resto de fabricantes ibéricos y el resto del mundo.

Puech valoró 2016 como un "buen ejercicio" e instó a seguir mejorando la "excelencia operacional" para reforzar su competitividad y asegurar la llegada de nuevos modelos más allá de los adjudicados hasta ahora. El director de PSA-Vigo recordó que el K9 dejará un negocio anual en Galicia de 500 millones de euros al año, un 6% más que el actual B9 (las furgonetas Berlingo y Partner), y que la estimación para el V20, del que todavía falta por adjudicar la mitad de sus piezas, es de 250 millones al año, como avanzó este periódico. El máximo responsable de PSA en la Península subrayó la apuesta sectorial por la innovación (solo PSA prevé invertir 140 millones de euros en el desarrollo de la fábrica 4.0) a través del Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG) e iniciativas como la Business Factory Auto, la aceleradora de proyectos de automoción.

Fusión con Opel

El patrón de PSA-Vigo reconoció que la fusión con Opel supondrá una oportunidad para la automoción gallega y para Balaídos y que la planta gallega competirá -como ha hecho hasta ahora con las del propio grupo- con la de Opel-Figueruelas por nuevos proyectos. También explicó que la producción de Mangualde crecerá con el K9 "después de que lo haga Vigo" y que el trasvase de plantilla de la línea 1 a la 2 en Balaídos se producirá en julio del próximo año. Puech animó a mayores a seguir colaborando a nivel sectorial y destacó el papel de Ceaga, un "modelo colaborativo de referencia industrial" a nivel Europeo.