Iberdrola registró un beneficio neto de 2.705 millones de euros en 2016, lo que supone un aumento del 11,7% respecto al ejercicio anterior, gracias a la buena evolución del negocio en Estados Unidos, que repuntó un 53%. La compañía ha revisado al alza sus previsiones para el periodo 2016-2020, incrementando sus inversiones hasta los 25.000 millones de euros, 1.000 millones de euros más de las previstas inicialmente en su plan estratégico, y su estimación de beneficio neto a un crecimiento medio anual del 7,5%, frente al 6% anual anterior.