La agencia de calificación crediticia Fitch ha rebajado un escalón el rating de deuda a largo plazo de Popular hasta 'B+', una nota que se sitúa en calidad pobre dentro del 'grado de especulación', conocido como bono basura. La calificación previa de la entidad aún presidida por Ángel Ron era 'BB-', también en la categoría de "grado de especulación", pero en calidad cuestionable, una mejor valoración que la actual.

La calificadora ha tomado la decisión de bajar la nota de Popular tras conocer los resultados del banco, "peores de lo esperado", así como los "considerables activos problemáticos adicionales" que registró en el ejercicio 2016. "Como resultado, la calidad de los activos del banco y las métricas de capitalización se han deteriorado significativamente, dejando solamente un margen modesto para absorber las inesperadas pérdidas", señala Fitch. La agencia cree que tras la llegada de Emilio Saracho a la presidencia de Popular, en la junta de accionistas del próximo lunes, la entidad acometerá una revisión de su plan estratégico. De hecho, Fitch considera que el nuevo presidente deberá enfrentarse al "reto estratégico sustancial" que representa un balance "debilitado" del banco, junto a un alto nivel de activos problemáticos y unos niveles de cobertura que "están por debajo de los originalmente anticipados y de los de sus competidores".