El nuevo presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Antón Arias Díaz-Eimil, se comprometió ayer a modificar los estatutos de dar más peso a la patronal de Pontevedra (CEP). El reparto actual otorga a los empresarios pontevedreses 32 votos en la asamblea, los mismos que los que tiene Lugo pero ocho menos que los de A Coruña (Ourense tiene 30). Arias realizó este anuncio en un encuentro con la junta de vicepresidentes de la CEP en Vigo, donde solicitó el apoyo de la organización tras haber sido el presidente menos respaldado de la historia de la patronal gallega.

El empresario coruñés se ha asegurado la hipoteca de 1,2 millones por la sede compostelana tras haber recibido el plácet de cinco entidades bancarias y pese a la división que reina en la CEG. Arias quiere convocar en los próximos días al comité ejecutivo para realizar sus primeros nombramientos, los de tesorero y contador, y que su predecesor Antonio Dieter no pudo fichar debido al bloqueo de organizaciones provinciales y sectoriales.El constructor tendrá que nombrar también un secretario general, cargo vacante desde el despido de Fausto Santamarina.