Lear Corporation ha confirmado esta mañana la compra de toda la división de asientos del Grupo Antolín por un importe aproximado de 286 millones de euros (libre de deuda), como adelantó FARO el pasado sábado en exclusiva. La operación, que se cerrará este semestre y necesita el ok de las autoridades de competencia, afecta a las plantas de Vigo, Porriño, Valença y Mangualde, esta última aún en construcción. En total, la transacción incluye 12 plantas (la mayoría en Europa), dos centros tecnológicos y 2.273 trabajadores.

"La adquisición del negocio de asientos de Antolín en Europa es otro importante paso para reforzar nuestro núcleo de negocio, diversificando nuestras ventas globales de asientos, expandiendo nuestras capacidades de componentes de asientos y acelerando el crecimiento de nuestras ventas y beneficios", afirma Matt Simoncini, presidente y consejero delegado de Lear.

La división de asientos de Antolín tiene unas ventas anuales de aproximadamente 300 millones de euros. Lear Corporation, es uno de los Big 3 del negocio mundial de asientos, con Johnson Controls y Faurecia. Con sede en Michigan (EE UU), tiene 221 fábricas en 36 países y más de 113.000 trabajadores. Sus dos principales líneas de negocios son los asientos y los sistemas electrónicos de distribución.

Las negociaciones entre los grupos comenzaron hace meses y técnicos de Lear han visitado ya varias de las plantas de Grupo Antolín en España, lo que ha generado inquietud entre la plantilla. Desde la multinacional española habían declinado hasta ahora confirmar o desmentir la posible venta de la división de asientos. Antolín cerró el año

pasado la compra de toda la división de interiores de Magna (sobre todo paneles de instrumentos), por lo que la venta de las fábricas de asientos encajaría en un proceso para digerir la otra operación y seguir centrándose en aquellos segmentos en los que Antolín es líder mundial, como los techos y puertas.

La unidad de asientos de Antolín es relativamente reciente y tiene origen gallego. La primera planta de estos componentes del grupo se construyó en 2006 en Valadares para los traseros de la primera generación del C4 Picasso, y al frente de la división está un viejo conocido en Vigo, Miguel Marañón. Pese a su juventud, el área de asientos creció rápidamente y en 2015 pasó a denominarse Seat & Metal, asumiendo la gestión de las fábricas de PGA en Porriño (la antigua Perfiles Gallegos de Automoción) y Valença en Portugal, que se encuentra en pleno proceso de ampliación.

En el paquete de venta se incluyen a priori las dos plantas gallegas (Vigo y Porriño, con más de 300 trabajadores directos), la de Valença (en plena expansión) y la de Mangualde, cuyas obras de construcción arrancaron aún el

pasado mes de diciembre con los primeros movimientos de tierras.

Antolín es uno de los fabricantes de componentes que más se ha beneficiado en el reparto de carga de trabajo para el próximo lanzamiento del Grupo PSA en Vigo y Mangualde, el proyecto K9 (la siguiente generación de furgonetas de

PSA y Opel). Antolín fabricará los asientos en Vigo y Mangualde y piezas metálicas en Porriño y Valença, lo que garantiza estabilidad a las plantas al menos hasta 2028.

Un elemento tranquilizador para la plantilla es la escasa presencia de Lear en la Península. La corporación estadounidense no tiene plantas en Portugal y en España posee cinco centros alejados de la comunidad gallega, en Almussafes (Valencia), Barcelona, Épila y Valencia, de las cuales de asientos solo son tres.