La firma viguesa de suministros industriales Rodavigo ha dado un fuerte impulso a su plan de internacionalización con la apertura de una delegación en Marruecos para servir a los fabricantes de componentes de automoción instalados en este país, según indicaron responsables de la compañía. Rodavigo, que ha logrado triplicar su facturación en los últimos diez años y cuenta en la actualidad con más de 3.000 clientes en todo el mundo, también ha creado un departamento de asistencia técnica (orientado a proyectos llave en mano) y apuesta por la digitalización para mejorar su competitividad.

La empresa lleva aproximadamente un año implantada en Marruecos, donde sus grandes clientes son los Tier 2 (fabricantes de componentes de segundo nivel) que trabajan para los grupos Renault en Tánger y próximamente para PSA en Kénitra, aunque también sirve a industrias de otros sectores como el siderúrgico y el aeronáutico en Casablanca. Rodavigo, con 44 trabajadores en plantilla, también ha puesto en marcha una oficina técnica para abordar proyectos llave en mano. "Ya no se trata de suministrar piezas, nuestros clientes nos piden asesoramiento técnico", señala Nazario Correa Sestelo, director general de la firma.

Digitalización

Rodavigo es un ejemplo de cómo internet y la globalización han abierto las puertas del mundo a las pymes. En apenas diez años, esta empresa familiar ha pasado de distribuir sus productos casi exclusivamente en la provincia de Pontevedra a tener clientes fieles en México, Estados Unidos, Marruecos, el Norte de Europa y Asia, por ejemplo. En ese sentido, la firma -que tiene su central en Mos- sigue apostando por la digitalización total de sus actividades (cero papel) para mejorar su competitividad, así como por el transporte y la logística.