Nueva Pescanova ha instado ante las autoridades judiciales de Portugal un processo especial de revitalização (PER), similar al concurso de acreedores en España, con el objetivo de salvar la macroplanta de rodaballo de Mira de la quiebra. La intención es negociar con los bancos acreedores de la infraestructura "para reconducir el proyecto", que soporta un pasivo de en torno a 100 millones de euros y funciona al 30% de capacidad.

La planta, de Acuinova Actividades Piscícolas, se diseñó para alcanzar una producción de 7.000 toneladas al año, la más intensiva del mundo, pero a día de hoy se queda en las 2.300 toneladas, según los datos facilitados por la compañía. Aunque la planta es propiedad de los bancos acreedores, tanto la producción como los 127 empleados del centro pertenecen a Nueva Pescanova.