Pescanova estrenó nombre hace casi 57 años y se mantiene como la sexta marca de gran consumo en los hogares españoles. En la pesquera tienen claro que es un activo irrenunciable -"en nuestro ADN somos marquistas, no estamos aquí para hacer productos con marca de distribución", dice su CEO, Ignacio González-, pero la empresa no ha vendido productos solo bajo el nombre Pescanova. Riazor, Islamar, Pescafresca, Pescafina Bacalao, Cordon Fish o FarmDelight. La multinacional acaba de registrar ahora su segunda marca desde que la banca asumió su control, en noviembre de 2015, según ha comprobado FARO. Se trata de Sanfish, registrada en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) el pasado lunes a nombre de Nueva Pescanova SL. La otra reservada por el holding ha sido Pescanova Biomarine Center (cuyo logo avanzó este periódico), que también renovó la de la trader Pescafina.
A este respecto fuentes del grupo explicaron que no será la marca de un "proyecto concreto", sino que se registró el nombre en la oficina de patentes porque "ha gustado" y a fin de tenerlo reservado. Según explicó González la compañía no renunciaría a la marca Pescanova en mercados "donde está súper consolidada y es histórica", pero "si para entrar en Estados Unidos tengo que hacerlo con un acuerdo en marcas de retailers líderes, tendríamos que estudiarlo". Pese a estar en concurso de acreedores (y a haber protagonizado un escándalo empresarial de dimensión internacional), en 2014 la marca recibió un valor financiero de 241 millones de euros por parte de Brand Finance. Estaba entre las veinte más cotizadas, por delante de Cola Cao, Tous o Chupa Chups. Ahora la multinacional prepara su restyling, ya que no ha sufrido ninguna variación en los últimos veinte años.
