El presidente de la patronal pontevedresa CEP, Jorge Cebreiros, ha augurado hoy un "mandato complicado" al único candidato a liderar la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) en los comicios convocada para mañana, viernes.

En declaraciones a los medios, Cebreiros ha esgrimido que "los malos inicios casi nunca auguran buenos finales", y ha añadido que, "históricamente, nunca un presidente de la CEG ha podido gobernar en contra de tres provincias", y ha advertido de que lo mismo podría aplicarse si son dos las que se oponen.

Cebreiros ha indicado que no cuestiona su "valía, experiencia y talante", pero ha opinado que puede verse como un candidato "kamikaze, valiente, osado" que se presenta "a última hora", lo que contrasta con el perfil de una persona "de consenso" que reclama la patronal pontevedresa. Ha abundado en que su candidatura "no está a la altura" de lo pactado en Lugo entre los cuatro presidentes provinciales, y, por tanto, "no puede contar con el apoyo de la CEP".

Cebreiros ha revelado que en la reunión de la junta directiva de la CEG el pasado martes su equipo pidió a Arias-Eimil retirar su candidatura "por el bien y el consenso de la patronal", pero "ha considerado seguir adelante".

El proceso estatutario de la CEG podría impedir que el único candidato se proclame presidente, ya que de no hacerse por aclamación y procederse a la votación, de haber más votos contrarios que positivos no se podría proclamar.

Para el presidente de la patronal pontevedresa la solución a los problemas de la CEG "dependerá mucho" del nuevo presidente a la hora de lograr el apoyo suficiente, ya que "los primeros pasos no han sido de consenso". El nuevo presidente "va a tener que cambiar mucho esa forma, y me incluyo, vamos a tener que cambiarlo a muy corto plazo porque no tenemos tres, cuatro meses para el consenso", habida cuenta de la situación económica por la que atraviesa la CEG, ha dicho.

Cebreiros ha defendido el acuerdo de la patronal de presentar un recurso contencioso contra la Xunta con el objetivo de evitar tener que devolver 648.000 euros del programa Pexga, por el que estableció una serie de oficinas en varios países, debido a la discrepancia sobre los gastos que llevó a la CEG a tener dificultades de financiación y viabilidad.