El Gobierno chino mantiene su política de fuertes subvenciones a la industria pesquera, ya sea para la construcción de buques o plantas de elaborados, pese a la demanda de la comunidad internacional por eliminar cualquier subsidio que aliente la sobrepesca y perjudique, en definitiva, el ecosistema marino. La última compañía en recibir el espaldarazo de Pekín ha sido CNFC Overseas Fisheries, que ha ingresado una subvención de 75 millones de yuanes (10,2 millones de euros, al cambio actual). Esta partida ha permitido al holding, la mayor pesquera china, no cerrar el ejercicio en pérdidas.

Según la informción avanzada por Undercurrent News, esta inyección de dinero público permitirá a CNFC obtener un beneficio consolidado de 4,6 millones de euros, frente a los números rojos de más de seis millones previstos. "Está alimentando una industria devastadora y económicamente ineficiente", clamó Greenpeace sobre la política de Pekín. En diciembre, como publicó FARO, el Gobierno local inyectó más de 19 millones de euros (135,188 millones de yuanes) en Shanghai Kaichuang, propietaria de la conservera viguesa Hijos de Carlos Albo desde junio, con pérdidas de 20,7 millones hasta septiembre. Ambas empresas están controladas por capital público pero cotizan y aspiran a captar más inversores privados para ejecutar planes de expansión. El de Shanghai Kaichuang pasa por la construcción de una megaplanta para la transformación de atún en Zhoushan de más de 60.000 metros cuadrados de superficie total y que tendrá un coste estimado de unos 20 millones de euros.