La plantilla del centro de Saint-Gobain en Avilés alerta de que la multinacional francesa, que provee los parabrisas y otros componentes de cristalería a las fábricas del Grupo PSA y a otras marcas, prevé derivar la mitad de su producción a una nueva planta en Marruecos, lo que pone en peligro el futuro de la factoría asturiana. El comité de empresa no tiene dudas y explica que han pasado de un volumen de 2,5 millones de parabrisas al año a 1,2 millones en 2017 "con la misma situación de mercado", y critica que nueva fábrica magrebí se aprovechará de los diseños realizados en Avilés. Saint-Gobain Sekurit es uno de los más de veinte proveedores que se implantarán en el parque industrial Atlantic Free Zone de Kénitra (próximo a Rabat) para suministrar a la futura factoría de PSA, que estará operativa en 2019.

Saint-Gobain tiene presencia en Marruecos desde 2014 con un centro que suministra componentes de cristalería a la fábrica de Renault en Tánger, y en 2015 anunció una segunda línea con capacidad para producir 0,9 millones de parabrisas al año con la vista puesta en la futura factoría del Grupo PSA, ya en construcción. Los trabajadores asturianos aseguran que la delegación del Mediterráneo de la multinacional francesa está potenciando la producción en Marruecos a la vez que reducen su actividad en España, ante lo que han convocado varias jornadas de huelga este mes como señal de protesta y están movilizando a las administraciones y a los agentes sociales asturianos.

Marruecos se está consolidando a pasos acelerados como un polo automovilístico mundial gracias a Renault y PSA. La nueva factoría de Kenitra (Grupo PSA) iniciará su actividad en 2019 con unos 1.500 trabajadores d irectos y una producción inicial de 90.000 vehículos y motores (tiene capacidad para 200.0000 unidades al año), ocupará una superficie de 60 hectáreas -similar al centro de Balaídos- y cuenta con otros 400.000 metros cuadrados para la instalación de proveedores, al menos unos veinte fabricantes de componentes, algunos de ellos gallegos, como avanzó FARO. La construcción de esta planta confirma la apuesta firme de la corporación que preside Carlos Tavares por el mercado norteafricano (donde también se abrirán factorías en Túnez y Argelia), ya que se invertirán más de 550 millones de euros solo en su puesta en marcha.

La planta de Kenitra y el establecimiento de un nuevo panel de proveedores de PSA en Marruecos estrechará aún más los intercambios comerciales entre Vigo y el país norteafricano, sobre todo porque ambas fábricas compartirán plataforma industrial (la CMP, Common Modular Platform), lo que implica que habrá componentes que se exporten de Galicia a Tánger (como los tubos para los circuitos de freno, por ejemplo) y viceversa. PSA ya reconoció en varias ocasiones que dentro de su estrategia para abaratar los costes de producción en el Polo Ibérico (Vigo, Mangualde y Madrid) tendría que abrir sus puertas a los proveedores norteafricanos, con el objetivo de alcanzar un flujo anual de compras de unos 1.000 millones de euros (ver edición del pasado 14 de septiembre).