Entre las organizaciones que conforman la patronal gallega hay "esperanza" en que todas ellas cumplan el pacto, pero ninguna lo dará por hecho hasta este mediodía. El acuerdo (alcanzado el lunes por Pontevedra, A Coruña y Lugo) pasa por que ninguna confederación provincial presente un candidato si éste no cuenta con el apoyo de las demás. A efectos prácticos conlleva el bloqueo de la cita electoral, prevista para el próximo viernes. Hoy espira el plazo para optar a la presidencia. "Veremos si no hay sorpresas", dicen varios vocales.

La intención de las tres confederaciones provinciales -Ourense suscribió el acuerdo el miércoles- es de que la junta faculte a la junta de vicepresidentes a que continúe gestionando la organización durante un "tiempo prudencial", que Jorge Cebreiros (CEP) cifra en unos dos meses. En ese periodo pretenden reformar los estatutos y lograr un candidato de consenso. Antes de convocar las elecciones los cuatro líderes provinciales habían acordado una presidencia rotatoria para preservar la estabilidad en la CEG, pero a última hora se retiró por la reticencia de Antonio Fontenla. La de Ourense es la patronal más beligerante y en su junta directiva quieren que el coruñés deje de ser el portavoz.