El acoso de Donald Trump, que toma posesión este viernes como presidente de los Estados Unidos, a los fabricantes de coches instalados en México preocupa y mucho a la quincena de empresas gallegas (proveedores, auxiliares e ingenierías) con intereses en el país, que han visto cómo en cuestión de semanas inversiones multimillonarias como las de Ford Motor Co. en San Luis Potosí han sido canceladas para contentar el presidente electo de Estados Unidos (EE UU). Directivos de estas industrias consultados por FARO no ocultan su "inquietud" ante la deriva proteccionista que impulsa Trump, aunque confían en que el nuevo gobierno estadounidense respete finalmente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, en sus siglas en inglés). Los últimos constructores en sucumbir a las presiones de Trump han sido General Motors (GM) y Hyundai. El mayor fabricante de coches americano anunció ayer una inversión de más de 950 millones de euros y el traslado de producción de México hacia EE UU, mientras que el gigante surcoreano planea la apertura de una nueva fábrica en suelo estadounidense dentro de un programa inversor global de 2.900 millones de euros a cinco años.
"Hay inquietud, pero confiamos en que EE UU respete el tratado de libre comercio con México y Canadá", reconoció ayer el responsable de un grupo vigués con plantas en territorio azteca. El boom que vivió la industria del automóvil en México en los últimos cinco años, con el desembarco acelerado de multinacionales europeas, asiáticas y americanas, ha llevado a una quincena de empresas gallegas a saltar el charco para proveer y ofrecer sus productos y servicios a las más de treinta fábricas de coches operativas en el país. De hecho, junto con Portugal, ha sido el principal destino de internacionalización de la industria viguesa del motor desde 2012, con firmas como Izmar y Marsan, Copo, Hispamoldes, Demsu y EYP, Esypro, Gecoinsa, Viza o Aludec, además de varias ingenierías.
El temor de la industria gallega en México no es infundado. En apenas unas semanas y tras las amenazas directas de Trump de subir los aranceles a los vehículos y componentes producidos en suelo azteca, el sector ha visto cómo algunos de los mayores fabricantes mundiales de coches ya han pasado por el aro. El primero, el estadounidense Ford, al que Trump criticó duramente durante su campaña a la presidencia, y que canceló la construcción de una planta en San Luis Potosí con una inversión de más de 1.500 millones de euros y anunció nuevos proyectos para sus fábricas de Michigan. Después le siguieron Fiat Chrysler Automobiles (FCA) y Toyota. Entre los tres, más de 11.000 millones de inversión en EE UU en detrimento de México.
Los últimos en sumarse a la lista de doblegados por el presidente electo son GM y Hyundai. El caso de GM es significativo, ya que el mayor fabricante americano había aguantado el envite de Trump en más de una ocasión, hasta ayer: la multinacional cedió y anunció una inversión adicional de 1.000 millones de dólares (952,3 millones de euros al cambio actual) en sus operaciones en EE UU y que trasladará la producción de ejes para la nueva generación de pick-ups de México a suelo estadounidense, lo que permitirá crear un mantener más de 1.500 puestos de trabajo. El grupo surcoreano Hyundai, en conjunto con su filial KIA, prevé invertir 3.100 millones de dólares (2.900 millones de euros al cambio) en el mercado americano en los próximos cinco años, programa que incluye la construcción de una nueva planta, según adelantó ayer la agencia Bloomberg.
Algunos analistas argumentan que la campaña de acoso y derribo de Trump a los fabricantes de coches se debe a las promesas realizadas a los votantes de los estados conocidos como el Rust Belt (el cinturón industrial de EE UU), que hasta los años 80 acogieron la meca de la industria automovilística mundial (con Detroit como principal referente) y que han sufrido en sus carnes las deslocalizaciones a México y la crisis del 2008.
España ensambló una media de 5,5 coches por minuto el año pasado
Las plantas fabricaron 2,88 millones de unidades, un 5,5% más
- La producción española de coches superó sus mejores previsiones en 2016. Las plantas instaladas en el país fabricaron una media de 5,5 vehículos por minuto durante el año pasado, con un total de 2,88 millones de unidades, lo que representa una mejora de las previsiones iniciales y un incremento del 5,5% en comparación con las cifras del ejercicio anterior, según datos publicados ayer por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). El centro de Vigo del Grupo PSA, con 424.100 unidades (+6,5%), aportó el 14,7% del total de la producción nacional.Según la organización, la producción española de vehículos cerró el primer semestre del ejercicio anterior con crecimientos de doble dígito, mientras que en la segunda mitad de 2016 esta progresión se ralentizó. No obstante, indicó que dicho dato es superior a las previsiones contempladas en el Plan 3 Millones, presentado en 2012. A pesar de los datos positivos contabilizados el año pasado, Anfac alertó de que la ralentización del mercado automovilístico español en el último trimestre y las políticas proteccionistas que están llevando a cabo algunos países de destino de las exportaciones españolas están generando dudas.
Renault supera por primera vez a PSA en ventas a nivel mundial
- El Grupo Renault vendió 3,18 millones de vehículos en todo el mundo en el ejercicio 2016, lo que supone una subida del 13,3% con respecto al año anterior y un récord para la multinacional francesa. Con estas cifras, Renault supera por primera vez al Grupo PSA en ventas a nivel global: en concreto, ha comercializado 36.000 coches más.Por otra parte, un estudio elaborado por el laboratorio científico adscrito a la Comisión Europea JRC ha mostrado anomalías en las emisiones del Citroën C4 Cactus cuando el vehículo se encuentra en condiciones normales de conducción, según recoge el diario galo Le Parisien.
El "Silicon Valley" del motor ya ruge
Los 9 proyectos de la "Business Factory Auto" emplean a 36 personas en Nigrán - PSA ve estratégica la iniciativa para la competitividad del sector
- La Business Factory Auto (BFA), la aceleradora de proyectos innovadores de la automoción de Galicia, ya está 100% operativa con nueve iniciativas empresariales y 36 trabajadores. Lo anunciaron ayer los responsables de las entidades que impulsan el programa (Xunta, Grupo PSA, Ceaga y Zona Franca) en una visita al Edificio Aeroespacial de Porto do Molle (Nigrán) en el que se ha instalado de forma provisional la BFA, para conocer los avances de los nuevos proyectos en fase de aceleración. Este particular Silicon Valley de la automoción gallega recibirá en los próximos tres años de los socios colaboradores fondos por valor de 10,25 millones de euros para consolidar su actividad y retener y atraer talento. En total, con la aportación de los propios emprendedores, se movilizarán hasta 15,2 millones, como adelantó ayer FARO en su edición digital.El responsable de Innovación de Procesos del centro de Vigo del Grupo PSA, Juan José Areal, confirmó que la BFA va "a contribuir a aspectos de mejora de la competitividad en el sector" como "instrumento de desarrollo de la innovación y de creación de valor compartido entre los diferentes ecosistemas". "Queremos crear, promover y desarrollar spin-off, spin-out y empresas innovadoras que transformen las ideas en proyectos empresariales de éxito", explicó. La BFA se suma a otros proyectos puestos en marcha por la multinacional francesa, como la unidad mixta de innovación con el CTAG o la adaptación a la fábrica 4.0, iniciativas que, junto con los lanzamientos de los nuevos modelos (K9 y V20), sumarán una inversión de 780 millones de euros hasta el 2020 (640 millones para los lanzamientos y 140 en I+D).En la visita a la BFA participaron ayer el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, y la delegada del Estado de la Zona Franca, Teresa Pedrosa. Ambos coincidieron en que la BFA está orientada "claramente" a que el sector pueda continuar "a la vanguardia y pueda ser un ecosistema que nos diferencie".
