Las centrales sindicales de Nueva Pescanova habían advertido que, si no había avances en las negociaciones, dejarían la decisión en manos de la plantilla. "Llevamos meses hablando y no han atendido a ninguna de nuestras propuestas. Queremos saber qué piensa la gente". CIG, UGT y CUT (además de "los sindicatos que quieran sumarse") han convocado una asamblea el sábado para que sean los empleados los que digan si aceptan las propuestas planteadas desde Chapela o adoptan "medidas de presión" para dar un giro a los planteamientos del grupo, empeñado en mejorar la competitividad de sus centros fabriles. "La oferta es una subida salarial del 6,25% en cinco años", avanzaron fuentes sindicales, que rechazan "de plano" que, como contrapartida, se incremente la jornada laboral o se quiera implantar de forma "progresiva" el convenio estatal. El encuentro con los trabajadores se celebrará el sábado a las 10 horas en el multiusos de A Xunqueira (Redondela).

Para Pescanova los costes salariales, el absentismo o la baja ocupación de las plantas son un lastre para frenar a la competencia (Iberconsa, Findus), capaz de prestar servicio a la gran distribución con acuerdos colectivos menos onerosos para sus cuentas. Como denuncian los sindicatos, la compañía pretende aplicar unas condiciones "a la baja" a los empleados que se incorporaron después del 10 de noviembre de 2015, cuando se hizo efectivo el traspaso del negocio de la vieja a Nueva Pescanova. "Esa gente no generaría antigüedad, por ejemplo", señalan en relación a los centros de Chapela (Frivipesca) y Porriño (Frinova). En total los convenios que negocia el holding son los de seis centros de producción en Galicia, que amparan a unas 700 personas.

El temor de la parte sindical es que Pescanova acabe sometida al convenio estatal de elaborados con la progresiva renovación de puestos de trabajo, lo que le permitiría competir en igualdad de condiciones sociales con Fandicosta o Cabomar. La compañía ha propuesto elevar la jornada anual en 14 horas, lo que supondría que los centros de producción de Porriño y Arteixo (Bajamar Séptima) pasarían de 1.736 a 1.750 horas laborables al año, y de 1.740 a 1.754 en Chapela. El convenio estatal de acuicultura, renovado el año pasado, fija una jornada total notablemente más elevada, de 1.776 horas, que con todo está por debajo de las 1.784 de Hasenosa. El convenio de Stolt Sea Farm, la máxima rival de Pescanova en rodaballo acuícola, también tiene fijada por convenio una jornada anual de 1.784 horas. "La plantilla permitió a la empresa superar la crisis concursal con los salarios congelados y ahora le devuelve el favor con propuestas a la baja", ironizan.