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El colapso demográfico

Un tercio de los concellos gallegos ya tiene menos cotizantes que pensionistas

Hay 1,5 empleados en activo por beneficiario de paga -La ratio mejora solo una décima en un año aunque la afiliación avanza en más de cinco puntos -Ourense, la más dependiente

El año 2016 ha sido para algunos economistas y responsables políticos el de la recuperación del mercado laboral aunque la cifra de parados se haya mantenido holgadamente sobre los cuatro millones de personas pese a un crecimiento económico de más del 3%. Otras voces advierten que, pese a que sí ha habido una mejora, ésta no basta para corregir disfunciones del mercado de trabajo (precariedad, dualidad) o las cuentas públicas (baja recaudación, déficit de la Seguridad Social, envejecimiento). En Galicia el número de cotizantes al sistema cerró el año en 987.713 personas (dato a 31 de diciembre, alterado por el tirón de la campaña de Navidad), un 5,75% más que el año anterior. En el mismo periodo la comunidad sumó cerca de 4.000 perceptores de pensión contributiva, un 0,5% más. Pero no fue un respiro unánime: en 218 concellos gallegos todavía hay más personas que cobran una paga que aquéllas que aportan dinero a las arcas públicas por su trabajo. Son siete de cada diez municipios.

La situación ha mejorado cuantitativa y simbólicamente, ya que hace un año eran 227 los concellos (de 315, sin contabilizar las fusiones) que tenían más pensionistas que afiliados en alta laboral, de modo que el mapa ha cambiado un poco de color. Entre los municipios que han pasado a una situación de equilibrio demográfico y laboral están Redondela, Vilaboa, Valga, Moraña, Santa Comba, Vedra o Vimianzo. Todos, a excepción de Monforte, se asoman a la fachada atlántica, lo que incide de nuevo en el abandono del rural. De los 67 concellos de la provincia de Lugo, en 52 (casi ocho de cada diez) son más las personas que perciben una paga contributiva que las cotizantes. De los 92 que componen la de Ourense, solo en 13 los trabajadores en activo superan a los pensionistas.

La excepción curiosa en este último caso es el concello de Larouco, de la comarca de Valdeorras. Con 523 habitantes censados en 2015 cerró el ejercicio con un diferencial positivo de cotizantes de 29 personas. ¿La razón? Una caída constante de la cifra de pensionistas (del 12% en los últimos cuatro años), presumiblemente fallecidos o trasladados a otras localidades, mientras que los empleados registrados se mantuvieron sin cambios notables. La ratio entre trabajadores activos y jubilados volvió a situar Ourense como la provincia con un mayor deseguilibrio, con 1,1 empleados por pensionista. En Lugo este diferencial fue del 1,2, mientras que en Pontevedra fue del 1,65 y en A Coruña se quedó en el 1,61.

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La Seguridad Social es un sistema de caja única y no computa estos diferenciales por comunidades, provincias o municipios. Si Galicia tuviese que abonar sus propias pensiones contributivas habría tenido que desembolsar 8.025 millones de euros en 2016 a este concepto, récord absoluto y casi el doble del coste de hace una década, según los registros oficiales.

Los municipios con más industria duplican la ratio de afiliados frente a perceptores de paga

  • En Porriño hay casi cuatro cotizantes a la Seguridad Social por cada pensionista. Es una proporción a envidiar (en España no llega al dos y Galicia apenas roza el 1,5), además de una excepción. A cierre de año sumaba 13.415 trabajadores en activo frente a los 3.521 beneficiarios de una paga contributiva (estos últimos son datos de 2015, los más actualizados). Los concellos con más tirón industrial repiten generalmente este patrón. Vigo suma 2,26 trabajadores por pensionista; Mos, otros 2,5; San Cibrao das Viñas, 6,5 (allí está el Parque Tecnolóxico de Galicia); Arteixo, cuna de Inditex, 3.La mayor parte de los concellos con más trabajadores dados de alta que pensionistas están en la franja atlántica y en concellos limítrofes a grandes ciudades (Vigo, Santiago, A Coruña), donde se concentran importantes polos económicos debido a una mayor demanda y a mejores infraestructuras. Destaca también la comarca de Arousa, el Deza, la Mariña lucense (Viveiro, Xove, Cervo y Burela) y la capital de la pizarra, con Vilamartín, O Barco y Carballeda de Valdeorras en este ránking. Se queda prácticamente a cero la comarca de O Morrazo pese al empuje de la pesca tradicional e industrial (solo Marín suma más afiliados que pensionistas) y la Costa da Morte, con Muxía, Cee y Vimianzo (recién incorporada) con una ratio positiva.

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