Hasta 2009 las pensiones públicas se actualizaban para compensar la subida de los precios (el IPC) y mantener así el poder adquisitivo de sus beneficiarios. El IPC actuaba como referencia en convenios colectivos o cuotas de alquiler, por ejemplo, pero el indicador fue perdiendo fuelle desde que las reformas laborales de 2010 y 2011 extendieron el descuelgue salarial y la inflación negaba su propio nombre. Por definición es una subida de precios, pero éstos bajaban por la tímida actividad económica de en España y Europa en 2013 o 2014. Ahora, con un IPC del 1,5% en diciembre (es el dato adelantado, el definitivo se divulgará en enero), aflora un problema latente: los pensionistas, que representan el 28% de la población gallega y el 20% de la española, están perdiendo poder adquisitivo. De media, y solo en Galicia, su capacidad de compra ha mermado este año en unos 132 euros por persona.
La pensión media en enero en la comunidad era de 756 euros, y para poder absorber el alza de los precios tendría que asumir una revalorización del 1,5%, hasta los 767. Son algo más de nueve euros mensuales de diferencia, a multiplicar por catorce pagas. Pero el alza en las pensiones dejó de vincularse al IPC en 2014, con lo que el sistema dejaba de actualizarse para garantizar el poder adquisitivo. El nuevo mecanismo hace que las prestaciones se revisen en función de la situación presupuestaria de la Seguridad Social, de forma que cuando las cuentas no están equilibradas, como en los últimos tres ejercicios, se aplica una subida mínima legal del 0,25%, que se mantendrá también en 2017 según ratificó ayer el Gobierno. Con este sistema las pagas de media en Galicia subirán en poco más de un euro al mes, una décima parte de lo que tendrían que elevarse para compensar el encarecimiento de bienes y servicios.
La cesta de la compra
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De acuerdo a los últimos datos cerrados de inflación (noviembre), los alimentos están entre los productos que más se encarecen. Cereales, pan, patatas, pescado, carne de cerdo, huevos, legumbres y hortalizas y agua mineral son un 7% más caros que hace un año de media, sobre todo por influencia de las patatas. Electricidad, medicinas, carburantes, telefonía y educación (primaria, secundaria y superior) también son menos asequibles que a cierre de 2015. En 2017 la caída del poder adquisitivo será más acusada, de unos 188 euros de media, teniendo en cuenta que la Seguridad Social todavía no estará en superávit y que la previsión de IPC es del 2% (alza de precio del gasóleo y fin de la política expansiva del BCE).
¿Y los trabajadores? Teniendo en cuenta la estadística de convenios colectivos, la pérdida de poder adquisitivo también les afecta. Hasta noviembre los salarios pactados en Galicia recogen un alza del 0,65% en los acuerdos de empresa y del 0,97% en los de ámbito superior. De media, la caída de la capacidad de compra es de seis décimas, y de prácticamente un punto para los que están amparados por acuerdos de empresa.
