La conservera Hijos de Carlos Albo cerrará el ejercicio con un volumen de facturación de 90 millones de euros, casi un 4% por encima de las ventas de 2015. El registro está en línea con las previsiones de sus nuevos propietarios, Shanghai Kaichuang, la filial cotizada del holding chino Shanghai Fisheries General Corp (SFGC), que estima una evolución de los ingresos de en torno al 5% anual hasta 2020. De acuerdo al portal especializado Alimarket, la histórica compañía viguesa (con plantas en Celeiro y Tapia de Casariego, Asturias), alcanzará las 5.600 toneladas comercializadas.

Shanghai Kaichuang abonó 61 millones por la compañía, sobre la que pivotará un ambicioso proyecto para convertirse en referencia mundial de la elaboración de túnidos. El grupo chino posee una ingente cantidad de buques propios, razón por la que Albo podrá ahorrar en aprovisionamientos, que a día de hoy suponen un gasto de cerca de 40 millones de euros. Estas sinergias reforzarán asimismo el beneficio operativo, de 4,17 millones en 2015 y 6,6 en 2016, de acuerdo al plan estratégico, que FARO avanzó en exclusiva el pasado mes de mayo. Es un incremento de casi el 60%, que redundará además en un alza del 44% del beneficio neto. La estimación es que esta partida roce los cinco millones a cierre de año y supere los ocho en 2019, cuando Albo superará previsiblemente la barrera de los cien millones de volumen de ventas.

Una vez se consolide la inversión en Vigo los planes de Shanghai Kaichuang pasan por la construcción de una macroplanta conservera en Zhoushan de más de 60.000 metros cuadrados. Para reforzar este programa de crecimiento la empresa ha ampliado capital en la Bolsa asiática, aunque cuenta también con el apoyo del Estado. La matriz SFGC es pública y la pasada semana recibió una inyección de 19 millones de euros porque el Ejecutivo de Pekín está decidido a expandir la actividad de transformación pesquera en todo el mundo dado el incremento de la demanda.