La siguiente escena se repitió dos veces el mismo día en un domicilio gallego: sendas personas que se presentaron como representantes de compañías eléctricas trataron de persuadir a una vecina de que la empresa con la que tiene contratado el suministro ha encargado a otra (una competidora) la gestión del cobro de los recibos; ambos comerciales insistieron en que se trataba de un mero trámite y pidieron a la usuaria los últimos números de su cuenta bancaria y una firma. Esta es una de las formas engañosas con las que en ocasiones operan lo que en el sector eléctrico denominan las "fuerzas de ventas", el personal de agencias subcontratadas al que se encarga la comercialización puerta a puerta de ofertas de suministros energéticos. La proliferación de este tipo de prácticas, muy frecuentes en toda España, ha llevado a las autoridades supervisoras del sector energético a pedir a las compañías que dejen de vender a domicilio.
La engañosa venta de luz puerta a puerta. // FdV
Una reciente encuesta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) certificó que la mitad de los consumidores no sabe qué tipo de tarificación eléctrica tiene contratada y una proporción semejante tampoco entiende el recibo de la luz. Y con seguridad una parte también muy relevante ignorará si su contrato es de mercado regulado o de mercado libre, donde desde 2009 puede elegir la oferta que más le convenga. En ese contexto de confusión, las eléctricas llevan años desplegando en toda España intensas campañas de marketing para captar clientes y arrebatárselos a sus competidores. Las quejas que reciben las organizaciones de usuarios y los organismos públicos revelan que en esa pugna comercial los intentos de engaños están a la orden del día: "Esta comisión tiene constancia de la existencia de diversas prácticas engañosas a través de la utilización de dicho canal (de comercialización), lo que ha ocasionado la apertura de expendientes sancionadores [...] por prácticas abusivas de venta tendentes a la captación de clientes vulnerando el derecho de los consumidores a elegir suministrador", expone la CNMC en un informe reciente. Y añade en sus "recomendaciones" a las empresas comercializadoras: "Deben evitar la captación de clientes a través de canales de venta domiciliaria; también deben evitar la contratación telefónica en el caso de consumidores vulnerables o que no comprendan con claridad las condiciones de las ofertas".
En España están haciendo labor de marketing puerta a puerta al menos Endesa, Iberdrola y Gas Natural-Unión Fenosa. De la información recabada en el sector se infiere que la proliferación de prácticas comerciales abusivas guarda relación con las precarias condiciones de trabajo de los agentes comerciales, no directamente ligados a las eléctricas sino a firmas subcontratadas. Es habitual que estas personas tengan un ingreso fijo muy bajo e incentivos elevados por cada contrato que consiguen cerrar, lo que supone un estímulo para las estrategias de venta "agresivas", de las que pueden ser o no conscientes las compañías a las que representan.
Se conocen casos de agentes comerciales que para persuadir al consumidor le informan de que, de no firmar los documentos, quedará sin suministro eléctrico. También se han detectado situaciones en las que el agente se presenta mostrando carpetas o documentos con los los logos de la compañía mayoritaria en la zona para crear en el usuario la impresión de que el comercial habla en nombre de su empresa suministradora de siempre. La CNMC recomienda no facilitar a los vendedores datos bancarios u otros personales si tiene dudas sobre la propuesta que se le plantea.
