El fabricante germano de componentes Bosch espera resolver una demanda de más de 300 millones de dólares (288,4 millones de euros al cambio actual) en EE UU presentada por propietarios en relación con el caso del software que alteraba las emisiones de óxidos de nitrógeno en vehículos diésel de Volkswagen. Según fuentes cercanas a la negociación, algunos usuarios demandaron a la multinacional con sede en Stuttgart en 2015 porque consideraban que Bosch había ayudado a diseñar dicho software malicioso instalado en los modelos afectados. La demanda indicaba que Bosch era un participante "conocedor y activo" en la forma de actuar de Volkswagen durante una década. La compañía calificó con anterioridad dichas reclamaciones como "salvajes e infundadas".