Para los agentes sociales gallegos, la introducción del debate sobre adelantar a las 18.00 horas el fin de la jornada laboral es positivo, pero advierten de que su eventual implantación requerirá de un amplio consenso social y económico, además de un estudio previo que dirima sus ventajas e inconventientes. En opinión de dirigentes empresariales y sindicales, la medida, propuesta por la ministra de Empleo, Fátima Báñez, fuerza un gran cambio cultural, una europeización de la rutina diaria a la que la sociedad española no está acostumbrada.europeización

  • Confederación de Empresarios de Pontevedra. Para el líder de la patronal pontevedresa, todo lo que anime a conciliar la vida familiar y laboral, bienvenido sea, pero con consenso y siempre que no suponga una merma en la productividad empresarial. Jorge Cebreiros razona que adelantar el fin de la jornada a las 18.00 horas necesita de un gran cambio social. "Si se entra antes a trabajar, ¿estarán abiertos los colegios para dejar a nuestros hijos?", se pregunta. Cebreiros apunta que este tipo de medidas deberían pactarse tanto con patronal y sindicatos antes de anunciarse.
  • Círculo de Empresarios de Galicia. "Es un cambio en las costumbres que nos acerca a la vida europea", expone su presidente, Juan Güell, que pide estudiar "con calma" la iniciativa de Báñez por el "impacto" que pueda tener en la economía española. El empresario vigués pone como ejemplo el parón del mediodía para las comidas. "Va a forzar que no se pare a la hora de comer como se hace aquí", y los empleados se verán empujados a acudir más a locales de hostelería, pero con consumiciones "menos copiosas". "Va a tener interacciones positivas y negativas", concluye el presidente del Círculo de Empresarios.
  • Federación Galega de Comercio. El presidente de esta patronal, José María Seijas, teme que el cambio tenga un impacto negativo en el sector. "Podría generar más paro porque los grandes canales de distribución abren igual todo el día", expone, mientras los pequeños comercios tendrían "menos horas para la venta". "En Europa funciona pero, ¿quién nos va a meter en la cama a las 10?", ilustra. Seijas pide un "profundo estudio por sectores" y un amplio consenso antes de tomar decisiones "de golpe".
  • Comisiones Obreras y CIG. Los sindicatos coinciden: el anuncio de Fátima Báñez es una "cortina de humo" para evitar debates sobre cuestiones "más importantes". "De repente parece que este sea el mayor problema del país", lamenta el secretario xeral de CC OO Galicia, Xosé Manuel Sánchez Aguión. "Es insultante que salgan con esto cuando el Gobierno está rescatando autopistas en vez de a personas". La central nacionalista, por su parte, tacha la propuesta de "hipocresía" ya que "gran parte de los trabajadores realizan más horas de las estipuladas" en sus contratos por orden de la empresa. La CIG defiende que la jornada laboral finalice a las 18.00 horas, pero asume que es "insuficiente y poco realista teniendo en cuenta la situación actual de las relaciones laborales". Para Aguión "lo único positivo" del anuncio de Báñez es que se ha comprometido a reunirse con los agentes sociales.

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El horario laboral en España

Según un estudio del Instituto de Economía Familiar, España es uno de los países del continente con menor flexibilidad laboral en cuanto al horario de la jornada. Basado en datos de la oficina estadística europea (Eurostat), el informe sostiene que más del 88% de los trabajadores españoles están sujetos a un horario "totalmente definido" por la empresa, frente al 44,8% del caso finlandés.

En las economías nórdicas (Suecia, Alemania o Dinamarca) el empleador define como máximo el horario de trabajo del 61% de los trabajadores. Las menos avanzadas (Letonia, Hungría, Rumanía) y las más meridionales (España, Portugal o Malta) son las más rígidas en este aspecto. En Italia, Finlandia, Francia o Reino Unido una media de dos de cada diez empleados tiene "horario fijo pero con cierta flexibilidad en el día", concluye el estudio.