El petróleo de referencia en Europa remontó ayer hasta los 55,2 dólares por barril (su mayor precio desde julio de 2015) y superó en tres dólares el supuesto sobre el que el Gobierno elaboró el cuadro macroeconómico que aprobó el pasado viernes. El ejecutivo diseñó sus perspectivas de crecimiento, inflación y déficit con la premisa de que el crudo oscilará entre los 50,2 dólares en 2017 y los 52,4 en 2018-2019.

El petróleo Brent, que marcó mínimos del año el 20 de enero en 26 dólares, ha remontado desde entonces el 112%. El pacto de la OPEP del miércoles para recortar producción está estimulando la revalorización. El acuerdo, que tiene una duración de seis meses, supone el primer recorte en la oferta de petróleo de la OPEP desde 2008 y se produce después de que a finales de septiembre los miembros de la organización pactasen en Argelia reducir su producción hasta un rango estimado de entre 32,5 y 33 millones de barriles diarios. Los especialistas creen que no se volverá a los 114 dólares de 2014 porque antes de que eso ocurra se volverá a bombear más petróleo con la reapertura de explotaciones mediante fractura hidráulica, pero aún así prevén que el barril pueda estabilizarse en los 60 dólares, lo que desestabilizaría las cuentas de España.

El Brent acumula una subida del 48% solo en lo que va de 2016 y del 103,7% desde sus mínimos anuales registrados en enero, cuando llegó a cotizar ligeramente por encima de los 27 dólares en barril. Por su parte, el West Texas, de referencia en EE UU, llegaba a registrar este lunes un precio máximo de 52,33 dólares, lo que supone su nivel máximo desde mediados de julio de 2015 y representa una revalorización del 15,7% respecto a su precio antes de la reunión del cártel.