Se acabó la etapa de Ángel Ron Güimil en Banco Popular. El directivo gallego (Santiago de Compostela, 1962), que se convirtió en 2004 en el presidente más joven de España de una entidad financiera, será relevado de su cargo en el primer trimestre de 2017 después de que sus opositores en el consejo hayan tumbado los pocos apoyos que mantenía en las últimas semanas. Su gestión en la entidad se ha visto salpicada por la gran exposición al sector promotor e inmobiliario, que le obligó a lanzar dos ampliaciones de capital de 2.500 millones cada una (en 2012 y 2016) para digerir la resaca del "ladrillo". Tras acumular una depreciación de casi el 70% en el valor de la entidad hasta este jueves, el mercado recibió ayer con júbilo su próxima salida del sillón presidencial y los títulos subieron un 13,66%. Su sustituto será un banquero de gran perfil internacional y actual consejero de Inditex: Emilio Saracho Rodríguez de Torres.

El artífice de las maniobras para socavar el crédito de Ron ha sido el mexicano Antonio del Valle, que controla más del 4% del banco y está representado en el consejo por su primo, Jaime Ruiz Sacristán. Eso sí, oficialmente en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) apenas posee el 0,004% de los títulos del banco. Del Valle entró en el Popular en 2013 y se convirtió en su primer accionista después de la primera ampliación que tuvo que ejecutar la entidad tras haber suspendido el test de estrés de Oliver Wyman. Del otro lado del Atlántico llegaron, dicen fuentes financieras, las "verdaderas presiones" para prescindir de Ángel Ron y que "de inicio" el gallego trató de calmar con el nombramiento de Pedro Larena como consejero delegado (en sustitución de Francisco Gómez).El plan de contingencia a 2018, con un inmenso banco malo con 6.000 millones en activos, no satisfizo a los mercados.

Los títulos perdían la referencia del euro, primero, y de los 90 céntimos, después. El gallego atribuyó las caídas a "movimientos con un componente especulativo". Pasó a caer por debjo de los 80 céntimos, y se le acabó el crédito. Lo último que hará como presidente será firmar las cuentas de 2016. La entidad trasladó, a través de la CNMV, el agradecimiento al directivo "destacando su esfuerzo y determinación por conducir el banco a través de una crisis de duración y proporciones sin precedentes y solicitándole que, hasta su sustitución, siga dirigiendo la entidad "con la misma dedicación". Ayer los inversores movieron casi 145,5 millones de títulos del Popular en Bolsa, representativo de más del 4% de su capital social.

Que el futuro presidente del Popular proceda de la gran banca de inversión, y no de la banca comercial al detalle y del negocio de financiación a pymes (segmentos de mercado en los que es muy fuerte el banco, que opera en Galicia con la marca Banco Pastor), ha alimentado la expectativa de que este movimiento no solo pretenda impulsar el banco, acelerar su saneamiento y recuperar la credibilidad y confianza de los inversores, sino que también esconda el propósito de reactivar los planes de fusión en los que estuvieron implicados los Del Valle. Se sabe que Antonio del Valle mantuvo contactos con ese fin el pasado verano con los accionistas hispanoamericano del Banco Sabadell. Su primo Jaime Ruiz no confirmó el pasado día 23 esos contactos pero tampoco los desmintió. El perfil de Saracho como experto en financiación de operaciones corporativas alimenta ahora la expectativa de que puedan sondearse opciones de fusión en 2017.

Para su salida, y como consta en el informe corporativo del Popular, Ángel Ron tiene acumulados fondos en su hucha por 8,182 millones de euros, que tendrá derecho a percibir cuando salga del banco. Su salario asciende a 1,35 millones de euros al año.