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El pacto del G-7 reducirá la deuda de Pescanova un 40%

La operación, que se validará el día 12 de este mes, necesitará del visto bueno del juez

El pacto del G-7 reducirá la deuda de Pescanova un 40%

El núcleo duro de la banca acreedora de Nueva Pescanova, conocido como el G7, ha llegado a un acuerdo para capitalizar la compañía un año después de tomar su control. CaixaBank, Sabadell, Popular, Abanca, Bankia, BBVA y UBI Banca han solventado en las últimas semanas los desacuerdos iniciales que habían retrasado la operación, imprescindible para la puesta en marcha del plan estratégico Todos a una 2016-2020 y, a fin de cuentas, para la supervivencia del grupo. Las siete entidades suman el 62,29% del capital y las negociaciones se circunscriben en estos momentos al importe de la ampliación. "Se canjeará entre el 35 y el 40% de la deuda", un rango inicialmente superior al estimado después del verano y que implicará el canje de entre 315 y 360 millones de euros y la dilución casi total de la vieja Pescanova.

A los bancos del G7 se sumará el 13,77% que suman el banco HSBC y el fondo SVP Global (a través de Purple Ruby SARL), que también votarán a favor de la capitalización. El primero es el cuarto mayor socio de Nueva Pescanova, con el 8,93% de las participaciones, solo por detrás de la antigua matriz, CaixaBank y el Sabadell. SVP, capitaneado por José Barreiro, tiene otro 5,84% después de haber accedido al grupo con la compra de deuda distressed. El fondo neoyorkino Broadbill Investment Partners utilizó el mismo mecanismo -y sigue interesado en la compra de títulos de la vieja Pescanova-, pero a preguntas de FARO un representante aseveró esta semana que no tenía noticias del proyecto de ampliación de capital.

"Se avanzó bastante en las últimas semanas y hay optimismo", advirtieron fuentes financieras sobre el plan. Está previsto que, solventados los flecos -que se limitan solamente al importe concreto a canjear-, el consejo de administración de Nueva Pescanova valide la operación en una reunión que está previsto que se celebre el día 12 de diciembre. El aval de los acreedores ya convencidos, que suman un 76,06% del capital, es el espaldarazo que necesitaba el holding para rebajar su volumen de deuda y conseguir los 125 millones que destinará a capex (capital expenditures) hasta 2020. Antes de su entrada en vigor el acuerdo deberá ser homologado por el juzgado de lo Mercantil ya que el pasivo a canjear por participaciones afecta a la masa concursal. Fuentes financieras consideran que se podrá poner en marcha en el primer trimestre del año próximo.

El paso judicial

La ley concursal establece que la homologación judicial de un acuerdo de refinanciación debe contar con el 75% del pasivo de las entidades financieras. "La finalidad de esta homologación judicial -ha explicado el abogado Fernando Calbacho, de Uría Menéndez- es que los efectos de la espera o aplazamiento de las deudas incluido en dicho acuerdo entre el deudor y los acreedores que lo hayan firmado se extiendan a las restantes entidades financieras acreedoras no participantes o disidentes del acuerdo". Por tanto, de ser el caso, entidades como Morgan Stanley, JP Morgan, Targobank o Kutxabank tendrían que someterse al mismo aunque no lo defiendan.

Broadbill Partners, que también participa en Nueva Pescanova a través de Jefferies International Limited, siempre ha defendido la ampliación, en virtud de la cual el grupo renovará parcialmente la flota de Mozambique y Namibia, construirá un centro de innovación acuícola en O Grove y estudiará la viabilidad del cultivo de nuevas especies como el lenguado, el pulpo o la sepia.

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