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Un problema de modelo

La patronal pontevedresa duplica pérdidas y apura un plan de choque para evitar el concurso

La patronal de Pontevedra prevé acabar el año con pérdidas de 310.000 euros - Apura un plan urgente de viabilidad y pide consenso para aplicarlo -Las cuotas de socios, en picado

El presidente de la patronal de Pontevedra, Jorge Cebreiros. // A. Irago

En la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP) hace falta un torniquete. Las sucesivas pérdidas han reducido de 1,2 millones a 633.000 euros su patrimonio neto en los tres últimos años, razón por la que la ejecutiva que capitanea Jorge Cebreiros urge un plan de contingencia con "resultados concretos a corto plazo". Si la patronal provincial cerrase 2017 con unos números rojos similares a los actuales (de más de 340.000 euros) "sería necesario solicitar el concurso de acreedores". El desequilibrio en las cuentas es palmario: la previsión de ingresos a cierre de año es de 362.774 euros, pero los gastos rozarán los 648.000. La sangría de pérdida de socios y la falta de ingresos por formación han forzado a la CEP a dibujar un abanico de opciones que incluye la sede como "recurso ocioso". Su alquiler parcial está sobre la mesa.

La intención del patrón de los empresarios de Pontevedra es de "consensuar" las medidas, de ahí que haya ofrecido a los miembros de la directiva un plazo de quince días para recoger propuestas, que en todo caso deberán empezar a aplicarse en enero. A los dos despidos que se ejecutaron en agosto -la plantilla ya no está en ERE- se suma la reducción en un 30% del salario del secretario general, Medardo Arias, así como la "renegociación" de los pagos con los proveedores. "El diagnóstico es duro porque la realidad también lo es. En estos quince días quiero recoger la aportación de todos", admite Cebreiros, que expuso esta realidad a la junta y la comisión permanente este lunes.

Menos socios

Para el empresario vigués el principal problema no es la caída en los ingresos por cuotas, que han pasado de 300.000 euros en 2014 a los 260.000 previstos para este ejercicio. "La realidad es que los gastos estructurales superan los 500.000 euros", nivel que la patronal pontevedresa no puede mantener solo con los recursos que capta de los socios. Solo en personal el coste total superará los 456.000 euros, casi el doble de lo que generará por sí misma la confederación. A esto se suma un resultado financiero negativo y una deuda a corto plazo (pasivo corriente) de 1,7 millones de euros. "La situación financiera de la CEP se encuentra rozando la inestabilidad, puesto que tan solo el 27% de los activos están financiados por recursos propios", reza la documentación entregada por Cebreiros a su ejecutiva esta semana.

¿Y la sede? Tiene un valor asignado en el balance de menos de medio millón de euros por lo que su venta no se antoja como una solución factible, mientras que las subvenciones y otros derechos de cobro reconocidos (pero no cobrados) superan los 1,2 millones. Las instalaciones de la patronal de Pontevedra, inauguradas en 1997, tienen más de 2.000 metros cuadrados, con once oficinas utilizadas por organizaciones sectoriales, siete aulas, tres salas de reuniones y un salón de actos. En el plan de viabilidad Cebreiros lamenta que la CEP "no optimiza ni el potencial de un espacio privilegiado en el centro de Vigo ni pone en valor los recursos humanos con los que cuenta su estructura".

Entre las "amenazas" identificadas por la CEP está la proliferación de distintas organizaciones empresariales "que provoca confusión entre las entidades que realmente representan a las empresas", que se podría corresponder (no hace menciones) con entes como el Círculo de Empresarios o las Cámaras. La directiva de Jorge Cebreiros confía en que prosperen algunos de los programas de proyectos con fondos europeos o estatales a los que opta, pero que no se resolverán hasta el año que viene. Entre todos el montante solicitado por la patronal provincial supera los 2,5 millones. Pero los críticos con el empresario consideran que "o entra un gran proyecto o la CEP entrará en quiebra" porque, a juicio de uno de los opositores a Cebreiros, "nadie de los que manda ahí quiere a la confederación, solo están para aprovecharse de ella".

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