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La industria "offshore"

Portugal autoriza frente a Viana do Castelo el primer parque eólico marino de la península

Lisboa aprueba el enganche a la red eléctrica del proyecto Windfloat con la instalación de tres turbinas con una potencia unitaria de 8,3 MW en la costa de Viana do Castelo

Un primer prototipo de 3 MW (izda.) ya fue probado en Póvoa de Varzim con buenos resultados. // Reuters

Portugal ha dado luz verde definitiva al que será el primer parque eólico marino de la península Ibérica, el proyecto Windfloat Atlantic, que se ubicará en la costa de Viana do Castelo, a unos 90 kilómetros al sur de Vigo. El Gobierno y la filial de renovables de la compañía energética lusa EDP, que encabeza el consorcio de empresas que participan en la iniciativa, han llegado a un acuerdo para continuar adelante con el proyecto, que había sido rechazado por la Entidad Reguladora de los Servicios Energéticos de Portugal (ERSE) porque su enganche a la red eléctrica nacional supondría un encarecimiento de las tarifas de los consumidores. Tras una serie de ajustes técnicos y una revisión de costes, el Consejo de Ministros dio su ok final esta semana.

El proyecto Windfloat arrancó en 2011 con la participación de empresas como Repsol, Engie, Mitsubishi y Chiyoda, en alianza con EDP Renováveis (EDPR). En los últimos años, el consorcio ha ensayado un prototipo de molino flotante -con un innovador sistema de cimientos semisumergidos- de 3 MW frente a las costas de Póvoa do Varzim con buenos resultados, resistiendo olas de 17 metros y vientos superiores a los 60 nudos, produciendo más de 17 GWh durante su explotación. Ahora el proyecto pasa a una segunda fase, la instalación de tres turbinas de 8,3 MW cada una en una fase precomercial ubicadas en la costa de Viana do Castelo, capaces de abastecer a unas 40.000 familias.

El proyecto tropezó hace unos meses con la oposición de la ERSE por los costes de enganche a la red eléctrica portuguesa. Pero gracias a un trabajo conjunto de revisión que incluyó a EDPR, la ERSE, la red nacional eléctrica lusa y la Dirección General de Energía y Geología, se ha conseguido reducir su impacto (y los que se realicen en un futuro) en el bolsillo de los usuarios. Con un coste estimado de 115 millones de euros, el proyecto Windfloat cuenta con una tarifa de producción subsidiada (100 euros por MW), ayudas de Bruselas (30 millones de euros) y del Estado luso (19 millones del Fondo Portugués de Carbono).

El parque portugués estará situado a unos 18 kilómetros de Viana do Castelo, y estará unido al continente por un "cordón umbilical" submarino que hará de puente entre la instalación y las dependencias que le darán la réplica gracias a dos torres de unos 100 metros de altura. Los aerogeneradores correrán a cargo de la empresa danesa Vestas, que los instalará en un punto geográfico donde la profundidad de las aguas excede los 50 metros. Los aerogeneradores comerciales de Vestas V80 tendrán una capacidad de 2 MW y se colocarán sobre un cimiento flotante para aerogeneradores marinos.

En España, el primer parque eólico marino se construirá en el archipiélago canario. Se trata del parque eólico "Mar de Canarias", de 10 MW de potencia, ubicado entre los municipios de Santa Lucía y San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria). El proyecto lleva incluido una línea eléctrica submarina de 20.000 voltios de tensión y 3,7 kilómetros de longitud y de una línea eléctrica subterránea de igual tensión y un kilómetro de longitud. La eólica marina todavía es una desconocida en la Península, pero no así en el norte de Europa, donde paradógicamente empresas españolas como Iberdrola ya tienen varios proyectos en marcha.

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