Frigolouro, la filial de procesado del Grupo Coren, anunció ayer la puesta en marcha de las negociaciones con el comité de empresa (UGT, CC OO, CIG y STIF) para la mejora de la competitividad de la planta de Porriño, que emplea a 790 trabajadores, de los cuales 400 son plantilla propia, 250 autónomos de la cooperativa catalana Servicarne y 140 de empresas auxiliares subcontratadas.

La compañía acordó con los representantes de los trabajadores que en la negociación participen también representantes del Concello de Porriño (donde se ubican sus instalaciones) y de la Xunta. Frigolouro aseguró a principios de mes que valoraba su traslado al norte de Portugal por la falta de competitividad del centro gallego y un día después matizó a la plantilla que mantendría el empleo pero no invertiría más en las instalaciones y que seguía adelante con su idea de abrir un nuevo centro de procesado complementario en suelo luso.

La compañía volvió a insistir ayer en que es la falta de competitividad de la planta porriñesa la que llevó a la propuesta de irse a Portugal "al igual que están haciendo otras muchas empresas del sector de automoción del área de Vigo, deslocalizándose tanto en Portugal como en Marruecos".

Según Frigolouro, esta propuesta no obedece "en ningún momento a un capricho" por parte de la empresa, ni tampoco es "una decisión aislada dentro del ámbito empresarial", sino que es la solución a la que están recurriendo muchas empresas del automóvil de Vigo en busca de competitividad. "Frigolouro también se verá abocada a ello si no se alcanzan medidas que permitan mejorar sus resultados para equipararla a otras plantas del sector", argumentó.

Frigolouro recalcó que del resultado del plan de competitividad "dependerá el futuro de la empresa y la propuesta de deslocalización". "Hasta 2018 existe un pacto por la estabilidad por el cual la compañía se ha comprometido a mantener el empleo y carga de trabajo en la planta, pero en su futuro posterior será determinante la adopción de medidas de competitividad", concluyó.