La factura energética que pagan los hogares en España sigue siendo más alta que la que se abona en la mayoría de los países europeos. A pesar de las reformas que ha aprobado el Gobierno en los últimos años, España es el quinto país europeo con la electricidad más cara, después de Dinamarca, Alemania, Irlanda e Italia, y el tercero con el gas más caro, sólo por debajo de Suecia y Portugal. Así lo destaca un informe realizado por Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, con datos del segundo semestre de 2015. El Gobierno de España destaca que desde 2012 la factura eléctrica que pagan los hogares españoles ha descendido más del 14% y lo achaca a las reformas que aplicó el Ministerio de Industria en los años 2012 y 2013, que han tenido efectos en el mercado mayorista y en la congelación de los peajes. Pese a la bajada a la que alude el Gobierno, el precio de la energía en España sigue por encima del de la mayoría de los países europeos.

Según el Eurostat y con respecto a la electricidad, las familias españolas pagan una media de 0,237 euros por kWh, un precio que solo es superado por el que abonan los hogares de Dinamarca (0,304 euros), Alemania (0,295 euros), Irlanda (0,245 euros) e Italia (0,243 euros). Y con respecto al gas natural, las familias españolas pagan una media de 0,093 euros por kWh, solo superadas por lo que pagan las familias de Suecia (0,117 euros) y Portugal (0,098 euros). Los hogares españoles están entre los que más pagan, pero su tarifa puede variar en función de sus decisiones, de que se acojan a los precios regulados o a las ofertas del mercado libre.

La tarifa regulada de electricidad es la opción más barata frente a las disponibles en el mercado libre, con un ahorro en la factura de 32 euros al año, un 6% de la facturación anual, según el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre la comparativa de ofertas de gas y electricidad para consumidores domésticos y pymes en el primer semestre del año. En el caso del gas, el pasar de ser suministrado a través de la tarifa regulada (TUR) a elegir la oferta más barata disponible en el mercado supone un ahorro para el consumidor doméstico de entre 30 y 44 euros anuales, según el consumo anual, lo que representa entre un 4% y un 13% de su factura anual en el periodo.

El precio de la electricidad en España es alto y algunas personas no pueden permitírselo. Es el caso de la mujer de 81 años que falleció el pasado lunes en Reus (Tarragona) en un incendio causado por una vela con la que se alumbraba después de que le fuera cortado el suministro. Se consideran pobres energéticos los hogares que no pueden permitirse mantener la vivienda con la temperatura adecuada. Según el Instituto Galego de Estatística, el 10,7% de los hogares españoles padeció esa situación en 2015 y en el caso de Galicia la tasa se elevó al 21,76%.