El grupo germano ZF TRW ha abierto un nuevo centro de ingeniería de airbags en el municipio portugués de Ponte de Lima (Viana do Castelo), a apenas unos 75 kilómetros de la unidad de investigación y desarrollo de O Caramuxo (Vigo), también especializada en airbags y mecanismos asociados, según ha podido saber FARO. La multinacional alemana invirtió ya este año 1,5 millones en este nuevo proyecto, que estará plenamente operativo en febrero de 2017. Se trata del primer centro técnico de airbags de ZF TRW en Portugal, donde ya tiene un departamento de I+D de volantes (de producto y procesos) en Vila Nova de Cerveira.
ZF TRW cuenta en Vigo con un equipo de alrededor de 180 personas (la mayoría, ingenieros) de su división Active & Passive Safety Technology OSS (Occupant Safety Systems), es decir, tecnologías de seguridad activa y pasiva para pasajeros, cuya misión es desarrollar nuevos conceptos de airbags, volantes y componentes internos. La antigua Dalphimetal, adquirida primero por la norteamericana TRW Automotive y hoy ya en manos de la corporación ZF Friedrichshafen AG, reparte sus actividades de I+D de airbags entre los centros de Vigo y Valladolid, mientras que concentra el grueso de la producción en Portugal, en sus plantas de Ponte de Lima y Vila Nova de Cerveira.
Hasta ahora. La apertura de un centro de ingeniería de airbags en Ponte de Lima supone un cambio de organización de trabajo para la multinacional en la península Ibérica. ZF TRW realizará un trasvase de personal de su unidad de I+D de volantes de Vila Nova de Cerveira (con un centenar de técnicos) al nuevo complejo de Ponte de Lima (asumirá el 40% de la plantilla) y prevé la creación de más de 37 puestos de trabajo a lo largo de 2017 entre ambos centros. La inversión este año en la unidad de Ponte de Lima alcanzó los 1,5 millones de euros y habrá un desembolso superior en 2017. ZF TRW busca con el nuevo complejo responder a los desafíos de la industria y crear nuevas oportunidades de negocio, según ha podido saber FARO.
Aumento de la demanda
La corporación de capital alemán se ha visto beneficiada en el último año por el escándalo que ha salpicado a uno de sus principales rivales, la multinacional japonesa Takata, que está registrando importantes pérdidas tras los escándalos de airbags defectuosos para multitud de fabricantes de automóviles. ZF TRW se adjudicó por ejemplo el lote completo de airbags, carcasas y cubiertas para el proyecto K9 del Grupo PSA -la próxima generación de vehículos comerciales ligeros de PSA y Opel-, que se fabricará principalmente en sus plantas lusas. Se quedó fuera, sin embargo, de la puja por el proyecto V20 de Balaídos (el SUV compacto de Peugeot programado para 2020), como avanzó FARO en exclusiva.
Competencia en I+D+i
La elección de Ponte de Lima para este nuevo centro de ingeniería es una prueba más de que Portugal no solo compite con Galicia en producción de componentes para automoción, sino también en investigación y desarrollo. La comarca viguesa es una potencia consolidada en innovación de productos y procesos, con una decena de complejos de I+D+i de multinacionales como BorgWarner Emissions Systems, MGI Coutier, Grupo Copo, GKN Driveline, Aludec, Valver, Grupo PSA o la propia ZF TRW, pero también lo es la zona más septentrional del país vecino. Corporaciones de la talla de Bosch, Aspöck, Continental, Olbo&Mehler o Simoldes apuestan por Portugal para innovar allí a menores precios.
El mejor ejemplo es Bosch. La corporación alemana, el mayor fabricante de componentes de automoción del mundo (por encima de Denso, ZF o Continental), prevé incrementar un 60% su facturación en el país en dos años, hasta los 1.300 millones de euros, y aumentar su plantilla en las fábricas de Braga, Aveiro y Ovar en 1.200 personas, hasta los 4.600 trabajadores, gracias la captación de nuevas líneas de negocio y proyectos para fabricantes como BMW, Audi, Volvo, Jaguar o Land Rover, entre otros. De los 1.200 nuevos colaboradores, al menos 250 serán ingenieros para su división Bosch Car Multimedia.
