El consejero delegado de Banco Popular, Pedro Larena, afirmó ayer que el proceso de optimización de recursos que está llevando a cabo la entidad le permitirá consolidar su vocación de independencia "en beneficio de los intereses de los clientes, empleados y accionistas". La entidad acaba de llegar a un acuerdo con los sindicatos para reducir su plantilla en unas 2.500 personas. Larena resaltó que la entidad genera 1.000 millones de euros a través de su negocio principal, centrado en pymes y autónomos, a los que ha concedido 40.000 millones de euros de financiación.