Los trabajadores de la empresa Proman Servicios -que hasta agosto prestaba distintos servicios (como conserjería o vigilancia) para el Ministerio de Defensa- llevan al menos desde el pasado mes de mayo sin cobrar. Los atrasos en el pago de las nóminas comenzaron meses antes, pero desde entonces la compañía dejó de abonar los salarios a todos los trabajadores, unos incumplimientos que provocaron las quejas de los empleados y que el Gobierno acabase resolviendo -a finales de agosto- el contrato de prestación de servicios con la empresa.

Proman Servicios contaba hasta el pasado mes de septiembre con más de 400 empleados en toda España, una veintena en Galicia, que realizaban labores de conserjería, recepción, vigilancia o trabajos de apoyo, entre otros, en edificios propiedad del Ministerio de Defensa como residencias militares, museos, archivos o centros logísticos. "El personal laboral de Defensa está de día y nosotros cubrimos, mayoritariamente, el turno de noche, en el que no hay personal funcionario", explica uno de los trabajadores de la firma en Galicia.

Las quejas de la plantilla y las denuncias de incumplimientos del contrato de prestación de servicios -Proman ya fue condenada anteriormente por vulnerar los derechos de los trabajadores- provocaron que el Ministerio de Defensa decidiese retirarle la concesión -que terminaba en octubre- el 31 de agosto. En ese momento, según el relato de los afectados y de representantes sindicales, la empresa optó por despedir a aquellos empleados que tenían contrato por obra o servicio y dar "permiso retribuido a la espera de recolocación" a los trabajadores indefinidos, que de esta forma están en plantilla pero no trabajan y, pese a ser permiso retribuido, no cobran.

De esta forma, los trabajadores despedidos están en plena batalla judicial para que la empresa les abone las nóminas pendientes y las indemnizaciones correspondientes por el despido. Mientras, los que tienen permiso retribuido -en la teoría, pero no en la práctica- aspiran a lograr que se reconozca que el suyo es un despido tácito, para quedar desvinculados de la empresa, al tiempo que reclaman las nóminas atrasadas. "Los que fueron despedidos pueden cobrar el paro, pero los que están de permiso retribuido siguen sin ingresos, como mínimo, desde mayo. Otros incluso desde antes", denuncia uno de los trabajadores gallegos afectados, que explica que la plantilla de Proman siempre tuvo condiciones laborales "más precarias" que la media del sector porque se descolgó del convenio sectorial y se rige por uno de empresa, con sueldos más bajos y peores condiciones laborales.

La reclamaciones judiciales en el caso de Galicia son individuales, pero en otras provincias, donde la empresa tiene más profesionales en nómina, son conjuntas. En el caso de Toledo, con una treintena de trabajadores, los sindicatos aspiran a lograr que los tribunales reconozcan que todos los trabajadores de Proman eran indefinidos, pues pese a tener contratos por obra o servicio ocuparon el mismo puesto durante años.