El Círculo de Empresarios de Galicia (antes Club Financiero de Vigo) se despidió esta semana de su antigua imagen y, formalmente, de una vieja filosofía. Su presidente, Juan Güell, quiere revitalizar la organización con más servicios y atraer a la siguiente generación de empresarios de la ciudad.
- Dice que la nueva imagen de marca del Círculo no es solo un lavado de cara, que acarrea más cosas. ¿En qué sentido?
- Sí, es mucho más que un cambio de logo. Es también de filosofía, incluso. El Círculo ya cumplió una serie de etapas. Lo que se quiere es poner en valor una nueva situación. Que después de ocho años de crisis que nos ha afectado mucho hay una mejora. Pero es que hemos pasado de 700 socios a 450, hemos tenido que hacer ajustes estructurales? Ahora la parte económica está más o menos encauzada, y es cuando toca fijarse en lo realmente importante. ¿Y qué es? Darle valor a lo que somos. Ya no basta con dárselo a los empresarios de hoy, sino también a los empresarios de mañana. Hay que ayudar a que toda una nueva generación se incorpore a la sociedad civil
- ¿Cómo lo van a hacer?
- Es una generación especialmente difícil, han pasado tantas cosas? Es difícil para toda la sociedad el involucrarlos, no solo para nosotros. Primero hay que entenderlos e incorporarlos. A fin de cuentas todo este esfuerzo por mantener esto vivo no es para los que estamos aquí, muchos socios tienen ya sus propios canales de reivindicación, no nos necesitan tanto. Pero el que empieza sí. Yo llegué aquí con 38 años y en mi vida ha tenido un peso enorme lo que he aprendido y lo que he podido hacer a través del Círculo. Y me gustaría poder transmitir a los que tienen 38 años todo lo que pueden hacer aquí .
- Igual es equivocada, pero da la impresión que esto solo atrae a gente de equis edad hacia arriba. ¿Hasta ahora no se ha hecho nada para atraer a los más jóvenes?
- Decía Fray Luis una frase que me repetía mucho mi abuelo: "Lo urgente quita tiempo a lo importante". Hemos estado muy en lo urgente, que era atender nuestras necesidades del día a día. Ahora que lo urgente está más controlado hay que centrarse en lo importante, y esa es una de las cosas. Efectivamente la visión del que viene es la que dice, que no es lo suficientemente fresco. Tenemos una estética de hace veinte años, y unas formas también de esa época. Mucha gente de la que está hoy en la junta directiva somos los mismos? Hemos empezado con tibieza pero con determinación a cambiar ciertas cosas. Es la nueva generación la que tiene que decirnos qué quiere. A fin de cuentas este Círculo ya va a ser para ellos, nosotros ya estamos en una fase de retirada.
- ¿Por qué han lanzado este cambio justo ahora?
- Porque en el fondo queremos significar el papel que ha tenido el Círculo, que seguramente no lo valoramos lo suficiente. Nos gustaría que la realidad que viene ahora vea que hay una nueva etapa de la que pueden formar parte.
- ¿Se ha despedido el Círculo del localismo vigués? Al margen del cambio de nombre.
- Somos de Vigo y, al final, ves la problemática desde una óptica viguesa. Aunque no quieras. Lo que ha funcionado bien es que podamos extrapolar a toda Galicia nuestras reflexiones. De ahí el proceso de aproximación a los clubes financieros de A Coruña y Santiago para crear estructuras que puedan ser útiles a todos los socios, y está funcionando muy bien.
- ¿Comparte la sensación que ha tenido la patronal gallega de que el Círculo ha ocupado su lugar en muchos temas? Por la crisis por la que atraviesa desde hace muchos meses.
- No lo creo. La patronal jamás debería ver en nosotros una competencia, somos una pieza más con una función que cumplir muy distinta. Es más, la Cámara de Comercio y la Confederación son mucho más antiguas, y la aparición del Círculo las reforzó. Recuerdo la Cámara y la CEP en su día como dos instituciones llevadas por gente con mucho prestigio, muy asentadas en lo que hacían, muy serias pero no muy dinámicas. Y la aparición del Círculo dinamizó todo eso, empezaron ellos también a hacer más cosas.
- ¿Los problemas que ha habido entre el Círculo y el Club Financiero de Vigo [la SA dueña del edificio] han hecho daño a la imagen de la institución?
- Espero que no, pero realmente no sabría decirle. La ampliación de capital que acabamos de culminar es de la SA, y como Círculo nos hemos implicado muchísimo. Nosotros estamos resolviendo un problema que formalmente es de la Sociedad Anónima pero consideramos como nuestro, porque son dos partes de la misma cosa.
- El Círculo y la SA.
- La SA carece de sentido si no es para dotar de unas instalaciones al Círculo. Lo bueno que ha tenido todo esto es que se ha reforzado esa idea, los socios han refrendado que estas son nuestras instalaciones, que es parte de nuestro patrimonio. Que si la SA tiene un problema, será también nuestro problema.
- ¿Cómo queda ahora el accionariado de la SA?
- Las cifras no cambian mucho. Hemos aumentado el número de socios, seremos ahora unos 390, y sigue habiendo dos que tienen un 25%. Pero un 75% pertenece a múltiples socios que somos los que sostenemos el conjunto del proyecto del Círculo.
- ¿Se han planteado la sindicación de las acciones por si tenéis algún problema con el actual consejo de administración de la SA?
- Más que por tener algún problema, que espero no los haya, es bueno que la SA, igual que sucedió en el pasado, tenga idénticos o similares órganos rectores. No tiene mucho sentido que pudiera haber intereses divergentes en una y en otra. Sería muy bueno que en el futuro la asociación tuviera un peso decisivo en las decisiones de la SA. No lo veo como una inmobiliaria que alquila una sede. ¿Sindicación? Con el método que sea más práctico.
