Inditex volvió a demostrar ayer que como suele defender su presidente, Pablo Isla, su crecimiento no tiene techo de momento. La multinacional textil que tiene en Zara a su buque insignia volvió a superar las marcas históricas alcanzadas hasta ahora en beneficios y ventas registradas en su primer semestre fiscal (desde el 1 de febrero y el 31 de julio). El grupo ganó en ese periodo 1.256 millones de euros netos, un 8% más que en el primer semestre del año pasado, último récord, y superó por primera vez los 10.000 millones en ventas en la primera mitad del año, con un crecimiento del 11%. La cifra de negocio avanzó en todas las áreas geográficas en las que Inditex divide su mercado (España, Europa sin España, "Asia y resto del mundo" y América) y sin el impacto cambiario que impone trabajar con diferentes divisas habría sido del 16%.

La positiva evolución del negocio del gigante textil gallego no fue bien recibido en Bolsa esta vez. Las acciones de la firma iniciaron la sesión a 33,1 euros y enseguida perdieron esa cota, especialmente a partir de las 9.25 horas, cuando Pablo Isla ya había empezado la conferencia con analistas para comentar los resultados y descendió a los 32,3 euros. Su nivel mínimo llegó, pasadas las diez, a los 32,1 euros, uno menos que al inicio de la sesión. Los títulos cerraron finalmente en ese precio, con una caída del 1,58%. La comparación de las cifras presentadas ayer con la registradas hace un año es positiva, pero el ritmo de crecimiento es muy inferior.

Europa sin España sigue siendo su mercado más importante, con un 43% de las ventas globales, seguida de Asia y resto del mundo, que copa otro 25% y España, con un 17%. Cierra la clasificación América, que aporta un 15% de la cifra de negocio. Las ventas en España se mantienen al alza, tal y como ayer explicó el presidente de la compañía, Pablo Isla, en su habitual conferencia con analistas. El presidente precisó que la facturación avanzó un 8% en España en la primera mitad de este año, el mismo porcentaje que al cierre del ejercicio pasado, y que la compañía mantendrá su actividad en el país. El directivo mencionó la tienda abierta en A Coruña como ejemplo de su apuesta por su mercado original y avanzó que habrá otras como el Zara de La Castellana, en Madrid, o los Oysho, Massimo Dutti o Zara de Barcelona.

Expansión internacional

Isla dejó claro además que el grupo sigue interesado en mantener el ritmo de la expansión internacional, y prevé abrir 60 tiendas de todas sus marcas en China a lo largo de este año (ya tiene 579). Apuntó además a Estados Unidos como "un mercado muy atractivo", en el que sin embargo de momento las aperturas se circunscribirán a Zara. Allí el grupo solo está presente con su cadena estrella y con Massimo Dutti.

Los resultados hechos públicos ayer evidencian de nuevo que Zara se mantiene como reina indiscutible del imperio, al aportar un 66% de la cifra de negocio con solo un 28% de las tiendas totales, hasta los 6.957 millones en ventas, un 13% más que en el primer semestre de 2015. Solo hay una cadena que crece más en facturación; Zara Home, con un avance del 17%, aunque muy inferior volumen: 343 millones en ventas. La segunda marca que más vende es Bershka (893 millones, un 6% más), seguida de Massimo Dutti (720 millones, un 8% más); Pull&Bear (681, un 6% más); Stradivarius (607, un 2% más) y Uterqüe (36 millones, un 9% más).

El presidente de Inditex destacó una vez más el "gran potencial" de crecimiento de la compañía y su apuesta por la incorporación de nuevas tecnologías, como el pago por móvil, operativo desde principios de mes en España, y que se extenderá a todos los mercados que tengan tienda online a partir del próximo ejercicio.

Inditex crea empleo a un ritmo de 10.000 puestos de trabajo al año, y como ya ocurriera el año pasado, uno de cada cuatro se generan en España, hasta un total de 2.421 en los últimos doce meses.