El consejo de administración de Gas Natural Fenosa eligió ayer presidente a Isidro Fainé en sustitución de Salvador Gabarró, al frente de la compañía energética desde 2004, y se ha reorganizado para dar entrada al fondo estadounidense Global Infraestructure Partners (GIP). En una comunicación a la CNMV, el regulador bursátil, Gas Natural Fenosa indicó de que la sesión del consejo sirvió también para designar vicepresidente primero a Josu Jon Imaz, en nombre de Repsol, y vicepresidente segundo a William Alan Woodburn, en representación del fondo GIP, que tiene un 20%.

El nuevo presidente de Gas Natural, Isidro Fainé, aseguró que pretende "consolidar el liderazgo de la compañía en el mercado energético y reforzar su crecimiento internacional". Gas Natural Fenosa es la primera utility de gas y electricidad de Galicia. Solo en gas cuenta con una red de distribución de más de 3.400 kilómetros y 263.000 puntos de suministro en 73 municipios, mientras que la filial de distribución eléctrica (Unión Fenosa Distribución), presta servicio a más de 1,5 millones de puntos de suministro en 286 concellos de las cuatro provincias gallegas a través de una red de casi 58.500 kilómetros de líneas de alta, media y baja tensión.

El adiós de Gabarró

Con la salida de Gabarró se pone fin a una etapa de casi doce años como presidente de Gas Natural Fenosa, en la que ha logrado convertir la gasista Gas Natural en un grupo energético integrado de gas y electricidad, así como en una empresa de perfil internacional. La empresa que deja atrás ha pasado de ganar 642 millones en 2004 a 1.502 millones en 2015, así como de repartir un dividendo anual de 318 millones aquel año a 1.001 millones doce años después. Durante su mandato, ha pasado de 9,5 millones de clientes y 6.697 empleados a 23,8 millones de clientes y 19.939 empleados.

Una de las claves de la transformación de la empresa ha consistido en su internacionalización. Si el 29 de octubre de 2004, el día en que Gabarró fue designado presidente, el grupo tenía presencia en diez países, ahora opera en 30 países, y lo hace mediante iniciativas como la sociedad Global Power Generation y apoyada en su capital por firmas como GIP o socios estratégicos como Sonatrach.

El hasta ayer presidente ha capitaneado junto al consejero delegado, Rafael Villaseca, designado apenas tres meses después de su llegada al cargo, el salto al negocio de la electricidad. Como parte de este esfuerzo figura el intento de compra de Endesa mediante la OPA lanzada a finales de 2005, que dio origen a la mayor batalla empresarial de los últimos años y que derivó finalmente en la adquisición de la eléctrica por parte de Enel y Acciona.