Con la entrada en vigor ayerde la rebaja de 13 céntimos por cada litro de combustible en varios puntos de la frontera con España, el Gobierno de Portugal pretende hacer más competitivas las gasolineras lusas y evitar que los portugueses reposten en territorio español.

Se trata de una medida experimental, impulsada por el Ejecutivo luso en el marco de la Ley de Gasóleo Profesional, que permitirá a los transportistas adquirir combustible a un precio más barato.

Dentro de esa nueva normativa, la primera decisión ha sido la de experimentar los efectos de un gasóleo profesional más barato para transportistas de mercancías, que podrán repostar en 55 gasolineras fronterizas con las regiones españolas de Castilla y León, Extremadura y Andalucía. De momento, esta medida estratégica no incluye a gasolineras portuguesas que limitan con la frontera de Galicia.

El objetivo es el de ser más competitivo, ya que, a diario, miles de vehículos, sobre todo camiones que cubren rutas entre España, Portugal y el resto de Europa, optan por llenar su depósito (con una media de 1.500 litros por tanque) en áreas de servicio de España, tales como Fuentes de Oñoro (Salamanca) o Badajoz, donde el combustible se oferta más barato, en una horquilla de precios entre 10 y 15 céntimos más bajos.

Al llegar a la frontera, es habitual ver cómo las gasolineras portuguesas, sobre todo desde hace una década, mantienen sus puertas cerradas por falta de actividad, ya que no son competitivas, mientras que las españolas suelen tener numerosas colas de vehículos, sobre todo con matrículas lusas.