Se va un vigués. No de nacimiento, pero sí de adopción. El Grupo PSA tiene nuevos planes para Yann Martin, el actual director del centro de Vigo y del Polo Industrial Ibérico. Será el encargado de pilotar el retorno de la marca Citroën a Irán, uno de los mercados de mayor crecimiento del mundo y feudo histórico de la multinacional francesa hasta el embargo lanzado en 2012 como represalia por el programa nuclear de Teherán. Martin cogerá las riendas de la nueva joint-venture firmada en julio entre PSA y el fabricante local SAIPA, que empezará a fabricar coches en 2018 tras una inversión conjunta de 300 millones de euros en una nueva planta y la creación de un centro de innovación y desarrollo en el país.

Martin deja así Vigo tras una etapa de cinco años en la que puede presumir de haber atado dos lanzamientos industriales ambiciosos que despejan el futuro de la factoría al menos hasta 2028: tres nuevas furgonetas (proyecto K9) de PSA y Opel y un todocamino de la marca Peugeot (V20). Este ingeniero francés llegó a Balaídos en 2011 como director de Montaje y tres años después escaló hasta la dirección general de la planta en sustitución del vigués Juan Antonio Muñoz Codina. Un año después, en 2015, cogió las riendas del nuevo polo ibérico del grupo, pasando a controlar la estrategia industrial de las tres factorías de PSA en la Península (Vigo, Madrid y Mangualde). Ahora el grupo lo necesita en uno de los mercados prioritarios dentro de la nueva estrategia Push to Pass: Irán.

Al frente de la alianza con SAIPA, Martin tendrá poderes ejecutivos no solo a nivel industrial (como en el polo ibérico), sino también comercial, por lo que estará al frente de la marca Citroën en un país en crecimiento y con 77 millones de habitantes, según ha podido saber FARO. "Profesionalmente supone un espaldarazo para él", indican fuentes próximas al directivo bretón. Su elección es una muestra de la confianza que el grupo tiene en su experiencia a la vista de los resultados obtenidos en Vigo.

El acuerdo entre PSA y SAIPA, al 50%, incluye una inversión de 300 millones de euros en una planta (la segunda en el país tras la primera alianza con Iran Khodro para la marca Peugeot) en la ciudad de Kashan. La nueva empresa cubrirá la totalidad de la cadena de valor del vehículo, desde la fase de diseño hasta el marketing del producto. La multinacional francesa prevé que la alianza, que contempla la transferencia tecnológica y que los vehículos cuenten con un alto contenido local, sea efectiva a finales de este año para que el primer lanzamiento pueda realizarse en 2018.

El Grupo PSA explicó recientemente que el mercado iraní, que había alcanzado un pico de 1,6 millones de vehículos nuevos en 2011, debería retornar a ese nivel en dos años y llegar a los 2 millones de coches en el horizonte de 2022. En la actualidad circulan por ese país más de 4 millones de vehículos. El consorcio francés se había retirado totalmente en 2012 de Irán (que había sido su segundo mercado en importancia tras Francia) en razón de las medidas de embargo contra el régimen por sus proyectos para dotarse del arma atómica. Pese a todo, Khodro siguió fabricando por su cuenta coches con la marca Peugeot, 350.000 anuales, que no se incluyeron en las cuentas de PSA, que no ha recibido ningún beneficio.

El fabricante francés prevé que los mercados de África y Oriente Medio generen un volumen de ventas conjunto de 8 millones de unidades a partir de 2025, y PSA aspira a vender un millón de coches.