Navantia espera poder ser la elegida para la construcción de nueve fragatas para Australia, un contrato que le supondría formar parte del programa naval de superficie más relevante de la historia del país oceánico. El astillero público ya ha dado los primeros pasos en la carrera por este contrato con la firma de un acuerdo con el gobierno de Australia para la realización de los estudios de viabilidad para el programa de las embarcaciones. Se trata del estudio de la reducción de riesgos y del diseño (RRDS, por sus siglas en inglés) de las futuras fragatas SEA 5000, por las cuales compite Navantia en un concurso puesto en marcha por el Departamento de Defensa australiano, según informó ayer la empresa naval.

Navantia ya fue contratada en el año 2014 para realizar unos estudios para la futura fragata australiana, basada también en las F-100, que supone una continuidad con el programa AWD.

Igualmente, fue seleccionada en marzo de este año por el Ministerio de Defensa de Australia como licitador preferente para la construcción de dos buques de aprovisionamiento de combate para la armada australiana: un contrato de 430 millones de euros que garantiza carga de trabajo para cuatro años (tres millones de horas) y más de 3.000 empleos al astillero ferrolano.

El convenio firmado ahora con el Gobierno australiano está enmarcado en el anuncio realizado, el pasado 18 de abril, por el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, por el cual Navantia pasó a formar parte de la lista final de candidatas para la construcción de nueve fragatas, cuya fabricación está previsto que se inicie en el año 2020.

El acuerdo sobre el estudio de viabilidad española es similar al que han alcanzado representantes del Gobierno australiano con los otros dos participantes en el programa, las firma italiana Fincantieri y la británica BAE Systems.