La Xunta ha activado con 200.000 euros las ayudas dirigidas a los trabajadores gallegos afectados por Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) de suspensión por causa de fuerza mayor. Se trata de una iniciativa pionera en Galicia y que se empezó a diseñar después de que un incendio devorase el 60% de la factoría de Fandicosta en Domaio, lo que obligó a la compañía pesquera a presentar un ERE temporal. A día de hoy, no obstante, casi todo el personal está trabajando con normalidad.

La orden Fandicosta servirá para complementar el salario de los trabajadores que, cuando se someten a un ERE de este tipo, pasan a cobrar un 70% de su salario durante los seis primeros meses de vigencia del expediente regulatorio, y el 50% después. Esta línea de ayudas permitirá que los afectados alcancen unos ingresos de entre el 80 y 90% de su sueldo, horquilla que variará en función de su base de cotización. Esta fue una de las principales peticiones de los sindicatos después del siniestro de Moaña. No es una medida innovadora a nivel estatal por cuanto ya existe en otras comunidades. En Castilla y León, por ejemplo, el incendio de la fábrica de Campofrío (Burgos) accionó una orden similar. Entonces la Junta concedía una ayuda directa de 203 euros al mes a los afectados por el ERE, que en aquel caso fueron 774 trabajadores.

El de la Xunta es un crédito inicial ampliable para amparar a los trabajadores sujetos a ERE motivados por terremotos, inundaciones, plagas, explosiones u otros acontecimientos catastróficos que impliquen la destrucción total o parcial de las instalaciones. Podrán ser beneficiarios de estas ayudas los trabajadores con ingresos brutos mensuales, excluida la parte proporcional de las pagas extraordinarias, que no superen los 2.000 euros o la parte proporcional en el caso de trabajadores a tiempo parcial. La ayuda abarcará desde el primer día de aplicación del ERE.