El empresario Epifanio Campo "quería a la gente y trabajaba con y para la gente", dijo en su homilía el párroco José Aldao, al oficiar el funeral con el que la familia, numerosos trabajadores, representantes del mundo de la empresa, la cultura y la política despidieron en la iglesia de San Pedro de Vilalonga al reconocido industrial Epifanio Campo, un referente en el mundo empresarial gallego, presidente de varias compañías de los sectores de la energía, la siderurgia o la construcción, falleció el pasado jueves en Sanxenxo a los 63 años.

El párroco de Cambados presidió esta ceremonia en la iglesia de Vilalonga porque era amigo personal del fallecido. De él destacó la "entrega" que durante "su corta vida", dijo, dedicó a su familia, sus trabajadores y "toda aquella persona que necesitase ayuda, a todo aquel que podría quedarse sin un pan que llevar a la mesa", porque el empresario Epifanio Campo era -dijo el sacerdote y amigo- "todo corazón para compartirlo con los demás".

Y muchos de esos trabajadores quisieron acompañar a la familia de Epifanio Campo en su último adiós, abarrotando tanto la iglesia como el atrio e incluso los accesos desde la carretera al templo.

Más de un centenar de coronas, ramos y centros florales alfombraban los accesos a la iglesia parroquial, llegados desde los muchos colectivos sociales, empresas e instituciones que quisieron homenajear al industrial filántropo.

El mundo de la empresa y la cultura arropó también a la familia del industrial, con la presencia de nombres como José María Arias y Vicente Arias, del Banco Pastor; Honorato López Isla (Fenosa, R, ACS, entre otras); Julio Fernández Gayoso, expresidente de Caixanova; José María Farto (Acciona); Juan Carlos Rodríguez Cebrián, ex director general de Inditex, acompañado de Dolores Ortega y el también exconsejero delegado Fernando Martínez; Manuel Prol, exdirector general de Banco Gallego; así como los socios de Campo en varias de sus empresas, como Manuel Añón o Amador de Castro.

Entre los representantes de la clase política acudieron al sepelio el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, o el delegado territorial del gobierno gallego en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, además del alcalde de Sanxenxo, Gonzalo Pita, o el regidor de Lalín, Rafael Cuiña, acompañado de otros miembros de esta familia, o el de Laracha, José Manuel López.

El mundo de la cultura tuvo también representación en el funeral celebrado ayer. Entre ellos el polifacético Antón Reixa o el escultor Francisco Leiro.

Miembros de la Federación Galega de Fútbol, del Club de Fútbol de Vilalonga, de la Denominación de Origen Ribeira Sacra o de la Banda de Música de Sanxenxo, entre otras entidades, también quisieron dar su último adiós al industrial que fue además benefactor de estos colectivos.