Si ya era complicado explicar el conflicto entre Pescanova SA (la vieja) y Nueva Pescanova SL (la multinacional pesquera), el culebrón gana capítulos ahora con otro giro argumental. Broadbill Investment Partners, el socio que ayudó a la antigua matriz a lograr un 20% en el capital del holding, hizo público ayer lo que era un secreto a voces: los fondos de referencia están disconformes con la gestión de la compañía, que en los últimos meses se ha enzarzado en una guerra contra los bancos y que se expone a diluirse casi por completo antes de final de año. Broadbill, con casi el 3,7% del capital en Pescanova SA (y un 0,11% en la pesquera), lanzó a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) una propuesta alternativa a la configuración del consejo para debatirla en la próxima asamblea general, convocada para el 20 de septiembre.

"El consejo actual se encuentra agotado después de la crisis sufrida por la compañía y necesita reforzarse, ya que no ha estudiado propuestas alternativas de negocio", condena Kurt Lageschulte, portavoz del fondo norteamericano. Como avanzó FARO, Broadbill y otros socios extranjeros consideran que Pescanova SA tiene suficiente estructura y arraigo como para invertir en más empresas al margen de la pesquera -ahora bajo control de los acreedores-, de modo que su futuro no dependa exclusivamente de lo que puedan decidir los bancos. Lageschulte propone en su escrito que la firma presente "un plan de desarrollo de actividad y un plan de negocio" a todos los socios en un plazo de seis meses.

"Necesitamos nuevas ideas que puedan aportar valor a la compañía", añade uno de los socios, alineados con la postura de Broadbill, que tacha la actual gestión de "misión suicida". Los fondos reclaman también la vuelta a la cotización de las acciones, suspendidas desde marzo de 2013, pero difieren del actual consejo en un aspecto fundamental: la empresa no puede basarse solo en ser una empresa propietaria del 20% de Nueva Pescanova, sino que debe plantear alternativas. Y en el capital de la antigua matriz hay accionistas de referencia y músculo como Carolina Masaveu (Crisgadini SL), Iberfomento, el propio Broadbill o Cartesian. También figura, con un teórico 7,5% (su abogado lo redujo al 5% en sede judicial), el expresidente Manuel Fernández de Sousa, aunque con una situación muy comprometida.

Además Broadbill entiende que el clima de confrontación con los acreedores, dueños del 80% de la pesquera, no va a ninguna parte. De ahí que promuevan "resolver de forma amistosa las diferencias con Nueva Pescanova" para "permitir desarrollar todo el potencial de valor de ambas compañías". A fin de llevar a cabo los dos pilares (plan de negocio y reconciliación con la banca) el fondo de inversión propone un consejo de seis miembros, no de siete (sin los minoritarios), y que César Mata pase a ser secretario no consejero.