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Convocatoria de junta de accionistas

La vieja Pescanova lanza una ofensiva judicial contra la ampliación de la pesquera

Sugiere que el holding deterioró a propósito los activos en las cuentas para justificar el canje de deuda

Antonio Henares. // Linkedin

Las últimas cuentas que elaboró Manuel Fernández de Sousa al frente de Pescanova otorgaban a la multinacional una valoración de su inmovilizado material (todos sus activos productivos, desde barcos a fábricas) de 1.214 millones de euros. La administración concursal, Deloitte, hizo un primer ajuste y aplicó un deterioro de casi el 50%, hasta los 672 millones. Bajo la presidencia interina de Juan Manuel Urgoiti se pasó otra vez la tijera, que redujo esta valoración a los 427 millones de euros, que se tradujo en un deterioro agregado del 65%. Pero la banca todavía consideró esta medida insuficiente y, cuando asumió la presidencia de Nueva Pescanova, aprobó un tercer deterioro de 90 millones. La antigua matriz, la vieja Pescanova, sugiere que la última operación se hizo a propósito y sin base contable para justificar una ampliación de capital que previsiblemente la abocará a la desaparición. Y, con esta sospecha, llevarán a los tribunales una maniobra que será su verdugo.

Es el acelerante con el que han aliñado la convocatoria de junta de accionistas (ordinaria y extraordinaria), que se celebrará el 20 de septiembre en el auditorio multiusos de A Xunqueira (Redondela). Será la primera vez desde 1964 que Pescanova SA, otrora cabecera de la multinacional, tenga que reunir a sus socios lejos de Chapela. El inmovilizado material del holding que ahora controlan los acreedores es hoy de 337,3 millones y que, según la vieja matriz, es una de las razones por las que el patrimonio consolidado es tan bajo (3,39 millones) y que justificarían la ampliación de capital que Nueva Pescanova ejecutará antes de final de año. El deterioro adicional realizado bajo la batuta de Jacobo González-Robatto, no están "soportados con razonamientos contrastables". "La magnitud de estos deterioros -continúan en la sociedad- es tal que parecería que se hayan realizado para justificar la necesidad de una ampliación de capital a corto plazo".

El dardo está afilado y la cerbatana ha sido la propia Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), desde donde Pescanova SA ha acusado directamente a la pesquera de maquinar en beneficio exclusivo de sus acreedores con un sobreajuste de sus cuentas. Eso sí, validadas sin salvedades por la auditora externa, Ernst & Young. Pero el despacho de abogados Sánchez Calero de Madrid -cuyos honorarios se abonan en principio con dinero transferido de Nueva Pescanova- avala a la vieja matriz. "En caso de aprobarse [la ampliación de capital], existe base legal sólida para impugnar judicialmente ese acuerdo".

Cambios

El consejo, como avanzó FARO, pedirá votar a favor solo de un préstamo participativo y contra cualquier operación que diluya a Pescanova SA en el capital de Nueva Pescanova (ahora tiene el 20%). El aliño final de esta composición será la ampliación, de cuatro a siete, de los integrantes del consejo, con dos elementos sorpresa. En primer lugar, el fichaje del azote de la banca, Carlos Sanz, portavoz de la asociación de socios minoritarios Amap. Suya fue la iniciativa, respaldada por el fondo Broadbill Partners, de la jugada por la que Pescanova SA se hizo con el 20% del capital de la pesquera, frente al 5% que se le asignaba inicialmente en los convenios de las filiales. El segundo, el de César Real, exconsejero delegado de Pesquerías Españolas del Bacalao SA (la malograda Pebsa), que fue director general con Sousa. El último consejero será el abogado vasco Leopoldo Fernández Zugazabeitia. El resto del consejo seguirá como hasta ahora con Alejandro Legarda, Diego Fontán, César Mata y Fernando Herce. Cada uno percibirá un máximo de 20.000 euros anuales.

Los elementos sorpresa lo han sido por partida doble, ya que los fondos de referencia de Pescanova SA no fueron consultados. "Estamos indignados con este consejo. Proponen a tres personas que no sabemos qué saben gestionar". Fuentes de estos socios de peso, que rozan el 9% del accionariado, votarán que no a las propuestas y no descartan impugnar la junta.

El grupo ficha a Antonio Henares para el segmento "food-service"

  • Nueva Pescanova continúa adaptando su estructura directiva a las necesidades detectadas en su plan estratégico 2016-2020, que ya está perfilado pero que no presentará hasta finales de septiembre. Y, con un crecimiento de más del 5% anual, el segmento food service (venta de productos para el servicio fuera del hogar, ya sea en restaurantes u hospitales), es importante para el grupo y su adaptación al cambio en los métodos de consumo. Para gestionar este canal en España la compañía acaba de incorporar a Antonio Henares, un ejecutivo procedente de Deoleo.La aportación de valor añadido a los productos del grupo Pescanova es la razón por la que recaló en Chapela su consejero delegado (CEO), Ignacio González, y sobre quien se ha vertebrado la nueva cúpula directiva. Henares estuvo dos años en la compañía de aceites (comercializa marcas como Carbonell, Hojiblanca o Koipesol), donde ocupó el cargo de director de desarrollo de negocio. Con anterioridad estuvo vinculado al sector vinícola (como el nuevo responsable de exportación para países de habla no inglesa, Richard Grant) al haber pasado por Hispanobodegas o García Carrión. El directivo empezó su carrera profesional en Danone.

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