España no es un país con un alto número de empleados públicos comparado con otros y dentro de ella Galicia tampoco es de las regiones donde la plantilla de las Administraciones tiene mayor dimensión. Al contrario, la comunidad es la undécima del país por número de esos trabajadores en relación a la población y, por provincas, la de Pontevedra es la única de las gallegas que está por debajo de la media estatal, con 49 trabajadores (funcionarios, personal laboral, interinos...) por cada mil habitantes.

Un estudio de Juan Manuel Ruiz Galdón, profesor de la Universidad de Málaga, aporta entre otras esas consideraciones para derribar el "mito" de que la Administración pública española es mastondóntica, y desmontar la creencia de que "somos la nación con más funcionarios por habitantes del mundo". Algunos de los principales cálculos y conclusiones de Ruiz Galdón, cuyo informe ha sido publicado por el Instituto de Estudios Fiscales (IEF), se sintetizan en los siguientes puntos.

| El tamaño. El autor utilizan para medir y comparar la dimensión de la Administración española principalmente la ratio de trabajadores públicos por habitantes. Con arreglo a este criterio, España tiene un trabajador por cada dieciséis ciudadanos, resultado que coloca al país como el cuarto de la Unión Europea (UE) con menos funcionarios, por detrás de Austria, Portugal e Italia. Llama la atención que tres de los países del Sur europeo, siempre bajo sospecha por su gasto público, ocupen esas posiciones. Si se considera sólo la fuerza laboral, la tasa de empleados públicos respecto a la población activa (16%) es inferior a la de una mayoría de estados europeos (particularmente los nórdicos) y también a las de Australia, Estados Unidos o Rusia, países estos últimos con un estado de bienestar más pequeño.

Puertas adentro de España, el profesor Ruiz Galdón utiliza una ratio también con base demográfica: el número de empleados públicos por cada millar de habitantes. ¿Donde queda Galicia en esa clasifiación? La comunidad tiene el equivalente a algo más de 54 trabajadores de las Administraciones (funcionarios, personal laboral, interinos...) por cada mil gallegos, resultado que coloca a la comunidad como la undécima de diecisiete en intensidad de empleo público. Los territorios con mayores tasas son, por este orden, Extremadura, Castilla y León, Aragón, Madrid y Cantabria. La que tiene menos funcionarios es la Comunidad Valenciana. Cabe precisar, no obstante, que los números están echados sin considerar el personal de sociedades mercantiles vinculadas a las Administraciones y que en autonomías como la valenciana han sido muy numerosas.

En un ranking provincial, Pontevedra está por debajo de la media (49,03), mientras que A Coruña (57,39), Lugo (59,09) y Ourense (57,92) están por encima.

| La estructura. Más de la mitad del empleo público español corresponde a las autonomías, las Administraciones que tienen transferidas las competencias y servicios más intensivos en personal. La proporción es mayor dentro de las comunidades. En Galicia, el empleo público autonómico asciende a 149.633.

Galicia es de las comunidades con más trabajadores de la sanidad pública por cada mil habitantes (12,35%), una ratio superior al promedio del país (10,35) y que en parte influida por el envejecimiento demográfico. También, según se infiere de otro capítulo del informe, por el hecho de que los ajustes de la crisis afectaron menos a la dimensión de las plantillas sanitarias que a las de otros servicios.

Galicia tiene un resultado superior a la media en el caso de la educación. El número de profesores y otros funcionarios por millar de habitantes (15,28) es supera al promedio nacional (14,66) según una cuenta que comprende tanto el personal de educación infantil, primaria y secundaria, como el adscrito a las universidades. Y en la apariencia estadística, la comunidad está comparativamente mejor dotado de medios personales en la Justicia que el resto de comunidades, con una ratio equivalente a 1,28 funcionarios por cada mil ciudadanos. Mientras que la media española está en 1,34.

| La evolución. El trabajo del profesor Juan Manuel Ruiz Galdón mide en primer lugar la evolución del empleo público entre los años 2002 y 2015, un período condicionado en el caso de la Administración autonómica por la recepción de nuevas competencias y, particularmente, por los impactos de la crisis económica a partir del año 2008. Así, Galicia tiene 8.993 trabajadores más que en 2002, aumento que comprende, entre otros impactos, el correspondiente a varias transferencias del Estado. Por su parte, el incremento relativo es del 12%, son cinco puntos por debajo de la media española y lejos de la tasas que presentan comunidades como Baleares (41%), Cataluña (30%) o Cantabria (26%), todas ellas condicionadas por el ritmo de asunción de las nuevas competencias desde Madrid.

Si la comparación se hace a partir de 2008, es decir desde el estallido de la crisis, Galicia figura en un grupo de comunidades donde las plantillas autonómicas disminuyeron por los ajustes que se habían impuesto desde Madrid. En 2009 y 2010, el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero tomó las primeras medidas para recortar en la Administración, limitando la tasa de reposición (proporción de incorporaciones respecto a la bajas por jubilación) y restringiendo la contratación de personal laboral e interino. Con el popular Mariano Rajoy al frente del Ejecutivo, esa política se endureció a partir de 2011.

Con ello, a fecha de julio de 2015, la que utiliza Juan Manuel Ruiz Galdón como referencia para llevar a cabo su investigación, la comunidad gallega tenía menos trabajadores (en concreto, un 1% menos) que los que había en 2008, inmediatamente antes de la crisis. La bajada se produjo en el sector de la docencia no universitaria (un 3% menos, 34.032 trabajadores) y en la justicia (-1%, 2.535). Pese a las política de austeridad, el número de trabajadores de la sanidad gallega aumentó el 0,4% entre 2008 y 2015, hasta llegar a los 33.331.