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La sexta mayor empresa de Pontevedra

San José redobla su apuesta por el mercado exterior y encadena 15 meses en beneficios

La constructora pontevedresa supera los 270 millones de facturación y gana 5,1 millones hasta junio, tres veces más que hace un año -La deuda financiera baja de 400 millones

San José redobla su apuesta por el mercado exterior y encadena 15 meses en beneficios

La losa de la que se libró Grupo San José tras recoger el salvavidas de sus acreedores ha transformado su salud financiera y sus cuentas. La constructora, la sexta mayor empresa de Pontevedra por volumen de ingresos, cerró el primer semestre con un beneficio de 5,1 millones de euros, con lo que encadena cinco trimestres sin números rojos. Sin el lastre de las promociones españolas -Banco Popular y Värde Partners lideraron el rescate, que supuso la toma de control de su división inmobiliaria-, San José continúa apostando por el mercado exterior, que le reporta ya el 62% del volumen de negocio, cuatro puntos más que hace un año. De los 270,35 millones que ingresó hasta junio, 166,6 procedieron de sus actividades fuera de España.

Los beneficios del grupo se han triplicado, en comparación con los 1,28 millones que ganó en el mismo periodo del año pasado, gracias a la vuelta a los orígenes de Jacinto Rey. La apuesta por la actividad promotora, que germinó tras la ruinosa compra de Parquesol, ahora es solo un mal recuerdo. La actividad inmobiliaria no representa ni el 5% del negocio de San José, y los 11 millones que ingresó hasta junio fueron resultado de las ventas en Perú. Parquesol tenía un valor bursátil de 941,4 millones de euros en 2006, en pleno festín inmobiliario, y se depreció hasta los 298 millones cuando San José se estrenó en Bolsa (junio de 2009). Hoy el grupo pontevedrés apenas supera los 59 millones de capitalización, con los títulos por debajo del euro.

Regreso a los orígenes

Pero la actividad de construcción es el hábitat natural del empresario Jacinto Rey, y queda patente en los resultados. San José podía vivir sin su división inmobiliaria, su banco malo particular, pero no sin la constructora. En esta división del negocio la obra civil no residencial, genera casi el 80% de su facturación, con un peso cada vez más elevado (67%) de los mercados extranjeros. Hace un año equivalía al 58% de sus venteas. En cuanto a la obra civil, que fluctúa según la capacidad de gasto de las administraciones, ocupa el segundo lugar, con el 11,5% de los ingresos totales. La construcción de nuevas viviendas -no como promotora, solo como constructora- es casi testimonial.

El segmento energético, que apenas representa el 2% de su cifra de negocio, no acaba de arrancar, y la el grupo ha reducido su cartera desde los 716 a los 502 millones de euros. San José fue uno de los mayores beneficiados por el reparto eólico del Bipartito en Galicia, pero sus opciones de megawatios se esfumaron en la siguiente legislatura. La cartera de concesiones y servicios también cotiza a la baja, al pasar de los 342 a los 264 millones en el último año. La firma continúa su proceso de desapalancamiento -aunque ha elevado el pasivo a corto plazo-, con menos de 400 millones de euros de deuda bancaria a largo. La ratio deuda/Ebitda supera aún el 17,5.

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