Con casi 80 millones de habitantes y uno de los parques automovilísticos más envejecidos de Oriente Medio, Irán se ha convertido en un objeto de deseo para los grandes fabricantes de coches del mundo. El Grupo PSA quiere aprovechar sus vínculos históricos con el país (hasta 2012, su segundo mercado tras Francia) y tras haber llegado a un acuerdo a principios de año con la firma Iran Khodro Company (IKCO) para fabricar modelos de la marca Peugeot en el país, ayer le tocó el turno a Citroën. La multinacional anunció una nueva joint venture -esta vez con el grupo industrial SAIPA- para producir y comercializar vehículos de la enseña de los galones en el mercado iraní.

El acuerdo entre PSA y SAIPA, al 50%, incluye una inversión de 300 millones de euros en una planta (la segunda, tras la de IKCO) en la ciudad de Kashan. La nueva empresa cubrirá la totalidad de la cadena de valor del vehículo, desde la fase de diseño hasta el marketing del producto. La multinacional francesa prevé que la alianza, que contempla la transferencia tecnológica y que los vehículos cuenten con un alto contenido local, sea efectiva a finales de este año para que el primer lanzamiento pueda realizarse en 2018. El presidente de PSA, Carlos Tavares, apuntó que esta colaboración abre un nuevo capítulo en la historia de cooperación con Saipa. "Nuestro objetivo es suministrar a nuestros clientes iraníes vehículos modernos que cumplan con altos estándares de confort, seguridad y tecnología", añadió Tavares.

El Grupo PSA explicó recientemente que el mercado iraní, que había alcanzado un pico de 1,6 millones de vehículos nuevos en 2011, debería retornar a ese nivel en dos años y llegar a los 2 millones de coches en el horizonte de 2022. En la actualidad circulan por ese país más de 4 millones de vehículos. El consorcio francés se había retirado totalmente en 2012 de Irán (que había sido su segundo mercado en importancia tras Francia) en razón de las medidas de embargo contra el régimen por sus proyectos para dotarse del arma atómica. Pese a todo, Khodro siguió fabricando por su cuenta coches con la marca Peugeot, 350.000 anuales, que no se incluyeron en las cuentas de PSA, que no ha recibido ningún beneficio.

El fabricante francés prevé que los mercados de África y Oriente Medio generen un volumen de ventas conjunto de 8 millones de unidades a partir de 2025, y PSA aspira a vender un millón de coches. Además de en Irán, el grupo está trabajando en la puesta en marcha de una factoría en la zona franca de Kénitra en Marruecos, cuenta con una instalación compartida con un socio industrial en Nigeria, y ultima otro proyecto de Argelia.