La apuesta de la industria automovilística por España se mantiene firme. El conjunto de las 17 fábricas de vehículos instaladas en el país invirtieron el año pasado 2.026 millones de euros, un 11,2% más que en 2014, según la última memoria de la patronal nacional del sector (Anfac). Con 2,73 millones de unidades producidas y 44 modelos en el mercado, España se consolidó en 2015 como el segundo país europeo productor de coches, solo superado por Alemania. Las plantas facturaron un 18,3% más, hasta rozar los 61.000 millones de euros, elevando el peso de esta industria en el PIB nacional al 8,7%.

Esta mejora de las cifras se explica por el aumento de las exportaciones y del valor añadido de los vehículos enviados a otros países. Según Anfac, si a la facturación de las marcas que operan en España se sumaran los ingresos del sector de componentes, que ascienden a 32.000 millones de euros en 2015, la cifra total del sector de vehículos y piezas alcanzaría los 92.000 millones de euros, lo que representa una progresión del 19,4%. De esos 92.000 millones, Galicia generó más de 8.200 millones de euros, según los datos facilitados por el clúster (Ceaga) el pasado marzo.

Sin embargo, el presidente de Anfac y de General Motors-España, Antonio Cobo, advirtió de que "el mundo está lleno de competidores" y que, aunque "España ha hecho sus deberes", será necesario "trabajar en un marco para seguir creciendo en la industria del automóvil". La patronal de los constructores recordó que el Estado recaudó un total de 25.807 millones de euros durante el año pasado gracias al automóvil, un 0,4% más, en comparación con los 25.700 millones de euros percibidos en 2014.

El vicepresidente ejecutivo de Anfac, Mario Armero, insistió en la necesidad de "un Gobierno estable" que siga trabajando en favor de la reindustrialización y las reformas del sector y que impulse su competitividad, ya que el parque de automóviles está "cada vez más envejecido", con una antigüedad media de 11,6 años. Armero matizó que, a pesar de los buenos resultados de facturación del año pasado, "toda empresa es vulnerable y hay que seguir adelante con políticas jurídicas que apoyen la renovación del sector en nuestro país".

"En los próximos años, la automoción tendrá más cambios que en los últimos 100", afirmó, por lo que incidió en la necesidad de un Ejecutivo capaz de adaptarse y hacer frente a los retos de futuro, entre los que destacó el vehículo conectado y autónomo y la movilidad compartida. Así, reclamó que el sector industrial cuente, al menos, con una Secretaría de Estado en un Ministerio "enfocado a la industria 4.0". Y sobre el PIVE, no contempla "hoy por hoy" un nuevo plan "con carácter inminente" una vez que finalice el actual el 31 de julio.

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