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Pescanova aspira a cotizar en septiembre y retener su 20% en el capital de la pesquera

La vieja matriz recicla el plan de negocio de las filiales que la banca deshechó al errar en los pronósticos -La CNMV, dispuesta a aprobar la petición -Los minoritarios, aliviados

Stand de Pescanova en la última feria de Conxemar. // José Lores

El 12 de marzo de 2013 fue la última vez que cotizaron en Bolsa las acciones de Pescanova. Desde entonces la compañía cambió dos veces de presidente, superó diez concursos (de la matriz y las filiales) y entregó el control de la pesquera a los acreedores tras aplicar una quita de 1.560 millones de euros. Una travesía de obstáculos con más de 9.000 pequeños accionistas como observadores que, en tres años y medio, solo han podido rescatar algo de su inversión malvendiendo los títulos. Esta etapa del viaje terminará previsiblemente en septiembre, fecha en que la compañía prevé volver al parqué tras haber entregado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) toda la documentación que requería para levantar la suspensión. El objetivo final, capitalizarse rápido en el mercado para poder acudir a la ampliación de capital que Nueva Pescanova llevará a cabo a final de año. Solo si esta operación incluye aportaciones dinerarias -no solo canje de deuda-, y solo si la vieja Pescanova ha ganado para entonces músculo financiero, podrá mantener el 20% que tiene a día de hoy en la multinacional pesquera.

El supervisor bursátil parece receptivo esta vez. Su presidenta, Elvira Rodríguez, dijo ayer que "estamos en los últimos estadios para que la acción pueda volver a cotizar". El consejo de Pescanova SA entregó ayer un taco de documentación para torcer el brazo de la CNMV al fin: sus cuentas anuales ya auditadas, las de Nueva Pescanova, un cuestionario específico y un plan de negocio. "Estamos en sus manos", reconocían ayer desde la antigua matriz de la pesquera. El último requisito, el del plan de negocio, lo han tenido que solventar de un modo peculiar y esperan que sirva al regulador.

Al tratarse de una sociedad de cartera, Pescanova SA no tiene capacidad de gestionar la multinacional pesquera ni de redactar una hoja de ruta sobre la misma, y Nueva Pescanova -quien sí maneja la empresa- no la presentará hasta finales de septiembre. ¿El problema? Si la vieja cabecera del grupo esperara a ese momento no podría volver a Bolsa hasta octubre o noviembre, y se quedaría sin tiempo para ganar capital antes de la ampliación. ¿La solución? Han reciclado los planes de negocio que habían presentado en 2014 y 2015 para la matriz y las filiales, los mismos que el holding ha rechazado al asegurar que no se habían cumplido. El documento final "ha sido revisado por una consultora independiente, dándole su visto bueno".

"Nos hemos querido adelantar", constatan las mismas fuentes. Si las 28.737.718 acciones regresan al mercado continuo en septiembre -cuando celebrará la junta de accionistas- tendrá unos tres meses de recorrido para que el valor se estabilice, ya que es previsible un desplome inicial del valor por las ventas y un incremento del free float (capital flotante) en las primeras sesiones. Pero su única participación, Nueva Pescanova, presentará ese mismo mes un plan que avanzará un incremento constante de los ingresos, generación constante de cash y aumento de los márgenes, lo que ayudará a consolidar el valor entre los inversores. Máxime teniendo en cuenta que la verdadera empresa industrial, el holding, no cotizará a medio plazo. Si Pescanova SA sobrevive a la ampliación, estar en su accionariado es una buena puerta de entrada para la mayor compañía del sector en España.

En la vieja matriz confían además en que Nueva Pescanova no podrá ejecutar la ampliación solo con canje de deuda por acciones -en este caso no tendría derecho de asunción preferente-, y en que los bancos no van a querer apostar más dinero en la multinacional de Chapela. El holding sí mantiene la idea de cambiar deuda por nuevos títulos, pero no ha decidido en qué proporción, ni con qué mecanismo o en qué plazo. Para los accionistas minoritarios (más de 9.000, según sus cálculos) es "preferible" cotizar tras el verano para que las acciones no sufran un exceso de volatilidad. Carlos Sanz, de la asociación de pequeños socios AMAP, espera que Pescanova SA trabaje también a partir de ahora en la búsqueda de más oportunidades en el mercado. "Hay que empezar a pensar como una sociedad de cartera y ver en qué sectores interesa invertir". Si la empresa no depende solo de la pesquera gallega ganará enteros para afianzar su futuro.

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