La multinacional burgalesa Grupo Antolín, uno de los mayores fabricantes de interiores de automóviles del mundo, ha decidido ampliar su factoría de Valença do Minho (Grupo Antolín Valença Componentes Automóvel) para fabricar armaduras de asientos y otros conjuntos de componentes metálicos para diferentes clientes, entre ellos el Grupo PSA, según indicaron fuentes de la compañía a FARO. Esta planta, una de las cuatro que Antolín tiene en el país vecino (Vila Nova de Cerveira, Palmela y Mangualde; esta última, en construcción), competirá directamente en el segmento de armaduras con la viguesa Viza Automoción y la francesa Faurecia en São João da Madeira.
Fuentes del sector explicaron que el Grupo Antolín quiere convertirse en un actor de referencia global en la fabricación de asientos, apuesta que hasta el momento le ha permitido adjudicarse el lote completo de asientos del proyecto K9, la próxima generación de vehículos comerciales ligeros (furgonetas) de PSA y Opel, en detrimento de Faurecia, como avanzó este periódico en exclusiva. Con este pedido Antolín movilizará más de 30 millones de euros en inversiones que incluyen la apertura de una nueva planta en Mangualde (que a priori iba a ser un centro logístico pero que también montará asientos) y la modernización de la fábrica de Valladares, que asumirá el 80% de la producción y proveerá directamente a PSA-Vigo.
A mayores, Grupo Antolín duplicará su factoría de Valença do Minho (de unos 9.000 metros cuadrados) para fabricar armaduras de asientos para los nuevos modelos de PSA y otras piezas metálicas para diferentes clientes, según confirmaron fuentes de la multinacional. La decisión de Antolín de fabricar armaduras de asientos en este centro portugués disparará la competencia entre las plantas especializadas estos componentes en el noroeste peninsular: Viza en Porriño, que ya con el proyecto K9 vio cómo una parte del lote de armaduras de las próximas furgonetas de PSA se escapó sin remedio hacia Portugal; y Faurecia en São João da Madeira.
El próximo objetivo del Grupo Antolín son los asientos del proyecto V20, el todocamino de Peugeot que PSA-Vigo lanzará en 2020, de cuya adjudicación dependerá la supervivencia de varias fábricas tanto en Galicia como en el norte de Portugal. Las inversiones en las plantas de montaje de Valadares y Mangualde y la ampliación de Valença do Minho colocan a la multinacional burgalesa en una buena situación de partida en la puja por este nuevo pedido, que por otra parte tampoco puede perder el grupo Faurecia si quiere garantizar la continuidad de su planta de Vigo (Faurecia Asientos de Galicia), la principal damnificada del K9. En medio de esta lucha entre multinacionales se coloca la fábrica de armaduras de la viguesa Viza en Porriño, que ya no competirá solo con la de Faurecia en São João da Madeira (hasta ahora su principal rival), sino también con Antolín en Valença. "La pelea por los asientos del V20 será dura", auguran fuentes del sector.
Las mismas fuentes avanzan que será en otoño cuando se conozca qué proveedor se adjudique los asientos del V20.
