Hijos de Carlos Albo, la conservera viguesa que acaba de adquirir el grupo chino Shanghai Kaichuang, emprenderá el año que viene su asalto al mercado internacional. El incremento de las ventas fuera de España es una de las premisas de los nuevos propietarios, que prevén que la facturación pase de los 90,9 a los 95,5 millones de euros a finales de 2017. Así lo expuso al presidente de la compañía, Xie Feng, en un consejo de administración en el que analizó la evolución semestral del holding. Para este año su prioridad es preservar la estabilidad en Albo y potenciar la marca en el exterior.

Pero no terminan sus planes de crecimiento con la compra de la conservera. Feng expuso en el mismo encuentro la aspiración de Shanghai Kaichuang de "promover fusiones y adquisiciones transfronterizas", con lo que la de Albo no ha sido su última compra fuera de China. La primera operación, como avanzó el ejecutivo, será la compra de la canadiense French Creek Seafood, con el objetivo de "crecer en Occidente" con el salmón como producto principal. A día de hoy Shanghai Kaichuang ya es uno de los mayores operadores mundiales de atún.

La compañía pretende lanzar en 2017 su proyecto de procesamiento de krill, una especie cuyo consumo va en aumento y que es la de mayor abundancia en densidad en el océano. El aceite de krill está considerado más beneficioso que el resto de los elaborados a base de pescado, y grandes cocineros lo están utilizando ya para consumo humano directo por su sabor intenso.